Título original: The kids are all right
País: EEUU.
Duración: 109 min.
Género: Comedia costumbrista dramática
Interpretación: Julianne Moore (Jules), Annette Bening (Nic), Mark Ruffalo (Paul), Mia Wasikowska (Joni), Josh Hutcherson (Laser), Yaya DaCosta (Tanya).
Guion: Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg.
Producción: Gary Gilbert, Jeffrey Levy-Hinte, Celine Rattray, Jordan Horowitz, Daniela Taplin Lundberg y Phillipe Hellmann.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Igor Jadue-Lillo.
Montaje: Jeffrey M. Werner.
Diseño de producción: Julie Berghoff.
Vestuario: Mary Claire Hannan.
Distribuidoras: Emon y Vértigo Films.
Podríamos decir que “Los chicos están bien” es junto a “The blind side” o “Un tipo serio” del año pasado, una de las primeras películas favorecidas por el hecho de que la Academia de Hollywood decidiera aumentar a diez las nominadas a mejor película el año pasado.
Hace un par de años se hubiera hablado de ella por las actuaciones de Julianne Moore, Annete Benning y Mark Ruffalo y por su guión, pero habría quedado relegada a un segundo plano quedando con el protagonismo las “Origen”, “El discurso del rey” o “Cisne negro”, pero al ampliarse a diez las propuestas como mejor film del año y entrar en ellas se sobredimensiona de algún modo su interés e importancia (creo que en esto radica la decisión de la Academia, hay más películas que llaman nuestra atención).
La película de Lisa Cholodenko, hasta ahora una directora que ha sabido conjugar lo independiente y lo comercial, a pesar de que todavía no es muy conocida por el gran público (“High art” y “La calle de las tentaciones” pasaron algo desapercibidas por las carteleras), es ante todo y sobretodo una de esas películas que te dejan con un buen sabor de boca aunque cuando la analizas a fondo es correcta en todo pero no resulta sobresaliente en ningún aspecto. Digamos que es una buena comedia costumbrista con fondo dramático que retoma un tipo de comedia que fue muy habitual en los 80’s tras las oscarizadas “Gente corriente”, “La fuerza del cariño” o “Kramer contra Kramer”en la que los problemas cotidianos de gente normal y corriente se convierten en los “fuegos de artificio” argumentales que alimentan la sonrisa o que te encogen el ánimo.
“Los chicos están bien” nos sitúa de pronto dentro de la casa de una familia de clase media norteamericana formada por un matrimonio de dos mujeres (Nic y Jules) cada una de las cuales ha dado a luz a un hijo mediante inseminación in vitro (Laser y Joni, Mia Wasikowska, la protagonista de “Alice in wonderland”). Evidentemente el punto de partida es original, no recuerdo a bote pronto películas que lo hayan desarrollado, pero la directora escoge presentarnos la situación con un estilo clásico, con completa normalidad, asumiendo que en el siglo XXI ha de ser así y evitando en gran medida el tono reivindicativo que podría tener por lo que estamos ante una película “clásica” en cierto sentido, ante una comedia costumbrista cuyos resortes dramáticos derivan de los problemas lógicos en una familia como la presentada, en principio, una propuesta argumental bastante sencilla. El añadido que le da su condimento para que nos haga reír o pensar es la aparición de Paul (Mark Ruffalo), el padre de alquiler de Joni y Laser, un tipo que regenta un bar, que siempre se ha dado a la buena vida y que a sus cuarenta y pico años se encuentra en un momento en el que quiere sentar cabeza.
La película se ve de inicio a fin con interés y utiliza a menudo el sexo de una forma despreocupada y divertida para crear situaciones cómicas (en otros tiempos las dos escenas en las que se usa una cinta de video porno gay hubiera causado cierto sonrojo e incomodidad en las salas de cine, pero hoy nos reímos a gusto con ellas) y la sensación final que deja la película es la de haber pasado un rato entretenido, no obstante no termina de impactar, quizás porque Cholodenko se limita a mostrarnos las situaciones sin penetrar demasiado en las consecuencias de ellas en los personajes y eso que pese a la factura de comedia hay un fondo dramático muy claro: los chicos quieren conocer a su padre biológico y de alguna manera viven las consecuencias de una familia como la que tienen, el personaje de Mark Ruffalo, Paul, (brillante y enternecedor en su actuación el actor) debe afrontar las consecuencias de su pasado y un presente que no es realmente el que quiere; la novia de Paul, Tanya se ve afectada por la indecisión de éste (la verdad es que resulta difícil creer la atracción de Paul con Jules estando por en medio la sugerente y bellísima Yaya DaCosta haciendo de Tanya) y a parte está el hecho de que el matrimonio de Nic y Jules entra en crisis y que Joni está a punto de irse de casa para marchar a una Universidad.
Ni que decir tiene que los actores y actrices están a un gran nivel. No sé si Annette Benning tenía muchas opciones para quitarle votos a Natalie Portman, pienso que no pese a ser su cuarta nominación sin premio, y el caso es que al final no venció en la candidatura de mejor actriz, pero borda su personaje de “madre-padre” y como ya he dicho Mark Ruffalo consigue enternecer y llegarte como no lo hace ningún otro personaje (también tuvo nominación no premiada como secundario). Lo que no entiendo muy bien es que Julianne Moore quede en un segundo plano y no se le nominara, siendo que resulta imposible decidir si está mejor o peor que el resto.
En suma, una comedia con poso dramático y en la que se nos cuentan problemas muy de andar por casa con un estilo a medio camino entre lo clásico (esto es novedad hoy en día que se ha puesto de moda el tono “realista” y la cámara en mano para contar historias de este tipo) y lo indie (aunque de “cine independiente” quizás solo tenga esa fotografía peculiar que posee y el argumento) y que esencialmente deja un buen regusto pese a tratarse de una película aparentemente sencilla y modesta en prespuesto y aspiraciones. De algún modo una correcta seguidora de la línea de “Litte miss sunshine”.
No consiguió ningún óscar pese a sus cuatro nominaciones (película, actriz, actor secundario y guión original)
MIS ESCENAS FAVORITAS:
- El matrimonio viendo una película porno y lo que ocurre con el mando.
- El momento de la cena cuando Nic sospecha algo extraño y se marcha al baño.
- Paul explicándole a Tanya lo que representa realmente para él.
- Joni se despide abrúptamente de su familia al llevar a la universidad pero recapacita y sale a darles un abrazo.
MI FRASE FAVORITA:
"El matrimonio es la leche: dos personas atravesando juntas toda esta mierda, año tras año, envecejiendo al mismo tiempo, es como una maratón"
Hace un par de años se hubiera hablado de ella por las actuaciones de Julianne Moore, Annete Benning y Mark Ruffalo y por su guión, pero habría quedado relegada a un segundo plano quedando con el protagonismo las “Origen”, “El discurso del rey” o “Cisne negro”, pero al ampliarse a diez las propuestas como mejor film del año y entrar en ellas se sobredimensiona de algún modo su interés e importancia (creo que en esto radica la decisión de la Academia, hay más películas que llaman nuestra atención).
La película de Lisa Cholodenko, hasta ahora una directora que ha sabido conjugar lo independiente y lo comercial, a pesar de que todavía no es muy conocida por el gran público (“High art” y “La calle de las tentaciones” pasaron algo desapercibidas por las carteleras), es ante todo y sobretodo una de esas películas que te dejan con un buen sabor de boca aunque cuando la analizas a fondo es correcta en todo pero no resulta sobresaliente en ningún aspecto. Digamos que es una buena comedia costumbrista con fondo dramático que retoma un tipo de comedia que fue muy habitual en los 80’s tras las oscarizadas “Gente corriente”, “La fuerza del cariño” o “Kramer contra Kramer”en la que los problemas cotidianos de gente normal y corriente se convierten en los “fuegos de artificio” argumentales que alimentan la sonrisa o que te encogen el ánimo.
“Los chicos están bien” nos sitúa de pronto dentro de la casa de una familia de clase media norteamericana formada por un matrimonio de dos mujeres (Nic y Jules) cada una de las cuales ha dado a luz a un hijo mediante inseminación in vitro (Laser y Joni, Mia Wasikowska, la protagonista de “Alice in wonderland”). Evidentemente el punto de partida es original, no recuerdo a bote pronto películas que lo hayan desarrollado, pero la directora escoge presentarnos la situación con un estilo clásico, con completa normalidad, asumiendo que en el siglo XXI ha de ser así y evitando en gran medida el tono reivindicativo que podría tener por lo que estamos ante una película “clásica” en cierto sentido, ante una comedia costumbrista cuyos resortes dramáticos derivan de los problemas lógicos en una familia como la presentada, en principio, una propuesta argumental bastante sencilla. El añadido que le da su condimento para que nos haga reír o pensar es la aparición de Paul (Mark Ruffalo), el padre de alquiler de Joni y Laser, un tipo que regenta un bar, que siempre se ha dado a la buena vida y que a sus cuarenta y pico años se encuentra en un momento en el que quiere sentar cabeza.
La película se ve de inicio a fin con interés y utiliza a menudo el sexo de una forma despreocupada y divertida para crear situaciones cómicas (en otros tiempos las dos escenas en las que se usa una cinta de video porno gay hubiera causado cierto sonrojo e incomodidad en las salas de cine, pero hoy nos reímos a gusto con ellas) y la sensación final que deja la película es la de haber pasado un rato entretenido, no obstante no termina de impactar, quizás porque Cholodenko se limita a mostrarnos las situaciones sin penetrar demasiado en las consecuencias de ellas en los personajes y eso que pese a la factura de comedia hay un fondo dramático muy claro: los chicos quieren conocer a su padre biológico y de alguna manera viven las consecuencias de una familia como la que tienen, el personaje de Mark Ruffalo, Paul, (brillante y enternecedor en su actuación el actor) debe afrontar las consecuencias de su pasado y un presente que no es realmente el que quiere; la novia de Paul, Tanya se ve afectada por la indecisión de éste (la verdad es que resulta difícil creer la atracción de Paul con Jules estando por en medio la sugerente y bellísima Yaya DaCosta haciendo de Tanya) y a parte está el hecho de que el matrimonio de Nic y Jules entra en crisis y que Joni está a punto de irse de casa para marchar a una Universidad.
Ni que decir tiene que los actores y actrices están a un gran nivel. No sé si Annette Benning tenía muchas opciones para quitarle votos a Natalie Portman, pienso que no pese a ser su cuarta nominación sin premio, y el caso es que al final no venció en la candidatura de mejor actriz, pero borda su personaje de “madre-padre” y como ya he dicho Mark Ruffalo consigue enternecer y llegarte como no lo hace ningún otro personaje (también tuvo nominación no premiada como secundario). Lo que no entiendo muy bien es que Julianne Moore quede en un segundo plano y no se le nominara, siendo que resulta imposible decidir si está mejor o peor que el resto.
En suma, una comedia con poso dramático y en la que se nos cuentan problemas muy de andar por casa con un estilo a medio camino entre lo clásico (esto es novedad hoy en día que se ha puesto de moda el tono “realista” y la cámara en mano para contar historias de este tipo) y lo indie (aunque de “cine independiente” quizás solo tenga esa fotografía peculiar que posee y el argumento) y que esencialmente deja un buen regusto pese a tratarse de una película aparentemente sencilla y modesta en prespuesto y aspiraciones. De algún modo una correcta seguidora de la línea de “Litte miss sunshine”.
No consiguió ningún óscar pese a sus cuatro nominaciones (película, actriz, actor secundario y guión original)
MIS ESCENAS FAVORITAS:
- El matrimonio viendo una película porno y lo que ocurre con el mando.
- El momento de la cena cuando Nic sospecha algo extraño y se marcha al baño.
- Paul explicándole a Tanya lo que representa realmente para él.
- Joni se despide abrúptamente de su familia al llevar a la universidad pero recapacita y sale a darles un abrazo.
MI FRASE FAVORITA:
"El matrimonio es la leche: dos personas atravesando juntas toda esta mierda, año tras año, envecejiendo al mismo tiempo, es como una maratón"