lunes, 24 de marzo de 2014

“Ocho apellidos vascos” (Emilio Martínez-Lázaro, 2014)


Comedia  más costumbrista que romántica con desparpajo y gracia, ideal para alegrarnos un rato en estos tiempos que corren y sacarnos sonrisas y alguna carcajada con algo tan nuestro como es reírnos de los tópicos autóctonos, en este caso de vascos y sevillanos.

***
País: España.
Duración: 98 min.
Género: Comedia.
Reparto: Clara Lago (Amaia), Dani Rovira (Rafa), Carmen Machi (Merche), Karra Elejalde (Koldo).
Guión: Borja Cobeaga y Diego San José.
Producción: Ghislain Barrois, Álvaro Augustin y Gonzalo Salazar-Simpson.
Música: Fernando Velázquez.
Fotografía: Kalo Berridi.
Montaje: Ángel Hernández Zoido.
Dirección artística: Juan Botella.
Vestuario: Lala Huete.
Distribuidora: Universal Pictures International Spain.
Estreno en España: 14 Marzo 2014.
Calificación por edades: Apta para todos los públicos.




Recomendable para cualquiera que quiera ir al cine a animarse la tarde. Como ocurre con el sainete, este es un título “menor” o “pequeño”, pero cumple a la perfección su cometido, así que difícilmente defraudará a quien sepa lo que va a ver.


Es una buena noticia que en su primer fin de semana en cartel esta comedia sorprendiera con sus números y llenara salas como no ocurría en el cine español desde el estreno de “Lo imposible” y lo es no sólo porque sea española y porque sea como es, sino porque necesitamos que nos hagan reír y que el sentido del humor sea más importante en nuestras vidas en estos momentos en los que caen chuzos de punta.

Además a mí me alegra personalmente porque creo que después de los guiones que escribió y filmó en “Pagafantas” (2009) y “No controles” (2010), Borja Cobeaga confirma que puede ser una de las realidades más prometedoras de la comedia española de los próximos años. Al menos ingenio, ideas y gracia no le faltan.

Y desde luego, el director, Emilio Martínez-Lázaro, aunque hasta la fecha y en mi opinión, no ha logrado hacer aún una película redonda, a mí al menos me ha hecho disfrutar con varios títulos que me parecieron en su día reconfortantes soplos de aire fresco. Hablo sobretodo de “Amo tu cama rica” (1991), “Los peores años de nuestra vida” (1994), “Carreteras secundarias” (1997) y “El otro lado de la cama” (2002).

Dicho lo dicho reitero que me parece positiva la buena acogida popular de la película y que la considero lógica teniendo en cuenta que da en la diana con  muchos diálogos y situaciones haciéndonos reír gracias a la guerra de sexos que estalla entre el sevillano que interpreta con gracia Dani Rovira (gran descubrimiento para el cine tras sus escarceos con “El club de la comedia”) y la vasca que encarna Clara Lago (correcta, aunque me ha gustado más en otros títulos). Aunque lo que realmente funciona, más que las chispas del romance entre opuestos es la irrupción en escena de un personaje que se les “come a todos la tostada”, el padre de ella (imponente Karra Elejalde).


Eso sí, pienso que no hay que confundir la magnífica acogida popular ni tampoco lo agradable que resulta de ver con un acabado perfecto porque no lo tiene. Es un poco lo que pasaba con “Que se mueran los feos”, comedia de corte similar (y emparentada con ésta por la presencia de Carmen Machi) que yo se la recomendaría a todo el mundo, pero que tampoco me pareció redonda. Tuve la sensación viendo “Ocho apellidos vascos” que aún se le podría haber sacado más partido a los contrastes, que los personajes y su encontronazo daban aún más juego y que tanto lo romántico como lo cómico tenían más posibilidades. Además la película arranca muy fuerte, pero es como si fuera perdiendo gas poco a poco. El guión está trufado de buenos momentos y "golpes" muy graciosos, eso es indiscutible, pero viéndola se tiene la sensación de que daba más juego aún. Sería esta película un magnífico arranque de una serie en la que se sacara todo el jugo al choque de personalidades y costumbres.

No es mi intención dar una impresión negativa de la película, al contrario, pienso que merece la pena pagar por las risas y el buen rato; pero sí alerto que no necesariamente unos buenos datos de taquilla o la opinión generalizada de haber invertido bien el dinero de la entrada es sinónimo de la comedia perfecta y es que además creo que es bueno ir a verla sabiendo que es así.

Lo que sería bueno, muy bueno, es que Borja Cobeaga y otros muchos buenos talentos que existen al guión y tras las cámaras en España pudieran seguir esta línea estrenando títulos de este corte que en el cine español siempre ha habido porque siempre ha estado plagado de pequeñas y grandes comedias pero es que ahora se necesitan más que nunca.


Y ya que he sacado el tema me gustaría recomendar otras comedias “pequeñas” de corte similar, entre romántico y costumbrista que son muy nuestras y en otros tiempos recientes nos hicieron disfrutar como lo ha hecho ésta:

“Amo tu cama rica” (Emilio Martínez-Lázaro, 1991)
“Todo es mentira” (Álvaro Fernández Armero, 1994)
“Los peores años de nuestra vida” (Emilio Martínez-Lázaro, 1994)
“El efecto mariposa” (Fernando Colomo, 1995)
“Boca a boca” (Manuel Gómez Pereira, 1995)
“Cha Cha Cha” (Antonio del Real 1998)
“Nada en la nevera” (Álvaro Fernández Armero, 1998)
“Lluvia en los zapatos” (María Ripoll, 1998) 
“El otro lado de la cama” (Emilio Martínez-Lázaro, 2002)
“Días de fútbol” (David Serrano, 2003)
“Los dos lados de la cama” (Emilio Martínez-Lázaro, 2005)
“El penalti más largo del mundo” (Roberto Santiago, 2005)
“Tapas” (José Corbacho, Juan Cruz, 2005)
“La torre de Suso” (Tom Fernández, 2007)
“Fuera de carta” (Nacho G. Velilla, 2008)
“Rivales” (Fernando Colomo, 2008)
“Pagafantas” (Borja Cobeaga, 2009)
“Gordos” (Daniel Sánchez Arévalo , 2009)
“Que se mueran los feos” (Nacho G. Velilla, 2010)
“Bon appetit” (David Pinillos, 2010)
“Primos” (Daniel Sánchez Arévalo, 2011)
“La gran familias española” (Daniel Sánchez Arévalo, 2013)

Y hay más