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Título original: Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull
País: Estados Unidos
Año: 2008
Duración: 123 min.
Género: Aventura
Reparto: Harrison Ford, John Hurt, Cate Blanchett, Jim Broadbent, Shia LaBeouf, Karen Allen, Ray Winstone, Andrew Divoff, Pavel Lychnikoff, Igor Jijikine, Alan Dale, Joel Stoffer, David LaVera
Guión: George Lucas, David Koepp, Jeff Nathanson, Philip Kaufman
Distribuidora: Paramount
Productora: Amblin Entertainment, Lucasfilm, Paramount Pictures, Santo Domingo Films
Empezaré diciendo que si no has visto esta película es probablemente de lo mejor que vas a encontrar en el cine en estos momentos o si lo prefieres de lo más entretenido porque si algo en esencia es la saga de Indiana Jones es entretenimiento, puro y duro. Las dos horas de evasión, para disfrutar, están garantizadas.
Ahora bien, el problema de “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” es que no es una película aislada sino la cuarta entrega de una saga, por lo que siempre la vamos a comparar con las anteriores y en esa comparativa creo que al fan de siempre le va a “cojear” el cambio de registro que se ha experimentado del mismo modo que pasó con “Star Wars” (curioso, siendo que detrás de ambas sagas está George Lucas).
No sacó la comparativa a colación de manera casual. No sé por qué pero tengo la sensación (y hablo sin saber, por mera intuición) que Lucas es la mayor virtud y el mayor problema de Indiana Jones porque tengo la impresión que quiere hacer algo parecido a lo que hizo con Star Wars.
Quienes veáis esta cuarta película percibiréis con claridad manifiesta que va a haber una quinta, pero ¿quién nos dice que se quedarán en cinco? ¿No parece lógico que queriendo repetir el planteamiento de Star Wars Lucas haya pensado en una nueva trilogía que se acomode a los nuevos tiempos y a las posibilidades del cine actual? Atando cabos y contando con una información que ayer me dio Mañik empecé a pensar que es un plan que “cuadra” porque al parecer la presunta quinta película sería una precuela y quien debe coger el testigo de Harrison Ford, que no es otro que Shia Lebouf (lo ha demostrado en “el reino de la calavera” con creces), podría tomar el relevo en la sexta cerrando con equilibrio la saga.
Pero vuelvo al hecho de que Lucas sea lo más positivo y negativo de la saga y me explico. Creo que Lucas es su verdadero impulsor porque como productor es el que ha empujado el proyecto, máxime cuando Spielberg no necesita hacer más películas sobre Indiana Jones por muy bien que se lo pase haciéndolas al rodarlas con sus colegas, en esto radica su aportación positiva. Por otro lado creo que su planteamiento como productor ha perjudicado a esta cuarta entrega por su afán de acomodarla a los nuevos tiempos, como ya hizo con la segunda trilogía de Star Wars. Pienso que Lucas, que me parece un empresario de cine magnífico, como productor se ha convertido en aquello de lo que quiso escapar creando sus propios estudios, un productor industrial que piensa en resultados económicos y también lo explico. Cuando comparas la vieja trilogía de Star Wars con la nueva te das cuenta que el misterio, la magia, ese alma existencial que rezumaba cada película se diluyó a favor del espectáculo. Para adecuarse a los nuevos tiempos Lucas dejó atrás lo que hacía especial a Star Wars y seguramente fue así porque tenía que contentar a una legión inmensa de fans y en nuestros días lo que nos entra por los ojos en los cines son los efectos especiales y la espectacularidad de lo que vemos. Con Indiana Jones parece que sus intenciones son las mismas a juzgar por el resultado.
No quiero que se me malinterprete. A mí me parece bien y me gusta que haya películas cuya máxima sea entretener a toda costa y me parece bien que Lucas quiera acomodarse a los nuevos tiempos, aprovechar las nuevas posibilidades de las que dispone gracias a los magníficos equipos técnicos que tiene en su productora, pero como espectador que ha visto ya mucho cine prefiero el sentimiento a la pirotecnia, me llega más una película equilibrada, coherente y bien planificada que un superespectáculo de imágenes y en esto creo que Lucas ha metido la pata como lo hizo con Star Wars y eso lo digo admitiendo que estoy en contra de casi todo el mundo porque a mí la nueva trilogía de las galaxias me parece que está muy infravalorada y que el tiempo la dejará en mejor lugar.
Voy al grano y para que se me entienda mejor. En “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” me atrapa mucho más la persecución en la que Indiana y Mutt huyen en la moto que la de la selva al final, me emociona más el comienzo que el final, me creo más la primera hora que la última y pienso, puedo estar equivocado, que la primera parte es Spielberg y la segunda es Lucas por mucho que al principio se homenajee a “American Graffiti” que es del segundo y al final a “Encuentros en la tercera fase” que es del primero.
Creo que el Indiana Jones que mejor funciona o al menos el que a mí más me gusta es ese que lanza pólvora al aire para descubrir el lugar donde se oculta un secreto, ese que echa de menos a su padre (cómo se echa de menos la química que había entre Ford y Sean Connery en la tercera parte, por mucho que también sea buena la que hay con Shia Leboeuf), ese que habla con su viejo amigo el profesor de Yale o con Mutt en el bar o ese que huye por las vigas en el Área 51 y no lo es tanto ese que pierde protagonismo al final a favor de los efectos especiales y se convierte en mero espectador de lo que acontece a su alrededor.
No digo con todo esto que la película no se pueda disfrutar a tope o que no esté bien, lo que digo es que prefiero el alma que aportan al personaje sus conversaciones, su sufrimiento en escena, su capacidad para descifrar los enigmas que van apareciendo a su paso antes que las mil piruetas y rocambolescas acciones que nos ofrecen en el último tramo de la película. Pienso que son espectaculares, que los chicos de los efectos especiales se pueden poner una medalla y Lucas otra a la hora de demostrar todo lo que se puede mostrar en una pantalla, pero creo que muchas cosas sobran, no son necesarias y se muestran por el mero hecho de rizar el rizo. Eso no me gusta, quita dramatismo a la acción y equilibrio argumental a la película....aunque sí, es entretenido, no digo lo contrario, pero lo pasé mucho mejor con los diálogos entre Indiana Jones y Mutt que con la acción, que como en otras películas recientes me pareció excesiva. Al final uno termina con empacho de efectos especiales.
En esa línea de cosas que sobran la película no me parece equilibrada aún a pesar de que se ha buscado darle una estructura clásica a un guión formado por muchas ideas y retazos de varios guiones. Si habéis leído un poco sobre el proceso de producción sabréis que se hicieron varios guiones, que el proyecto fue cambiando su argumento hasta tomar una forma definitiva y parece que se tomaron ideas de aquí y de allá a juzgar por la gente que firma como guionistas en los créditos. Yo me quedo con las ganas de saber qué había pensado Frank Darabont (el director de “Cadena perpetua” y “La milla verde”) cuyo guión encantó a Spielberg y Ford y echó atrás George Lucas. Intuyo que Darabont firmó un mejor guión porque éste como guión es flojito por mucho que el argumento sea interesante, que no hay que confundir una cosa con la otra.
Si os fijais la película se compone claramente de tres partes: preámbulo, nudo y desenlace:
El preámbulo creo que es Spielberg total, que respeta mucho el espíritu de las tres primeras películas y me parece que es lo mejor, con un ritmo de cierta cadencia inicial pero que después va aumentando en función de cómo se aceleran los acontecimientos y es una parte en la que los actores pueden sacar lo mejor de sí gracias a los diálogos, a su interacción. Disfruté mucho en todas las escenas que comparten Harrison Ford y Shia Lebouef, que me parece el hijo perfecto de Indiana.
El nudo me parece un poco espeso y se dan demasiadas explicaciones. La historia es interesante, pero lo sería más si se fuera desentrañando a base de imágenes y no tanto diálogo que trata de dejar todo mascadito. Por así decirlo se pierde un poco el suspense, el misterio que se logra cuando una imagen te da pistas sobre la siguiente. Hay momentos excelentes como casi todas las apariciones de Cate Blanchet o la entrada en las tumbas al más puro estilo de siempre, pero después la película peca de ser un poco farragosa.
El desenlace me parece un capricho de Lucas. La persecución en la selva peca de lo mismo que la carrera de vainas en Star Wars: Episodio I. Me parece una concesión a la galería por mucho que me lo pasara teta viéndola. Sobran muchas cosas, muchas casualidades, muchas carambolas. No es necesario todo eso para conseguir emoción como demostraba la escena de la camioneta en la primera parte. ¿A qué fin la escenita a lo Tarzán de Mutt? ¿O que Marion conduzca al vehículo anfibio y lo haga bajar así por el risco? Y por no hablar del final que es una ida de olla que no tiene otro sentido que demostrar lo que se puede conseguir en un estudio de efectos especiales. Todo eso no era necesario y se podría haber conseguido mucho más sin tanta parafernalia. Creo que es el gran defecto de Lucas y le hecho la culpa a él porque es la misma línea de producción que vimos en la segunda trilogía de Star Wars.
Y dicho todo lo dicho no me gustaría que nadie pensara que esta película no me ha gustado, porque si lo ha hecho y bastante, pero creo que está por debajo de sí misma y que el cine actual peca en muchos casos de dar más importancia de la que tiene a la pirotecnia. O quizás sea que cuando ves mucho cine cobran más importancia los personajes que la acción y te guste más sentir como piensan, sufren, dialogan o aman que verlos haciendo mil y una cabriolas, por mucho que Indiana Jones sea las dos cosas.
Pese a todo Indiana Jones sigue siendo muy grande y John Williams mucho más porque su fanfarria es tan importante como el sombrero, el látigo o el propio personaje......es imposible estar en una cine y que no se ponga la carne de gallina al escuchar la épica melodía que forma parte de nuestras vidas.
Título original: Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull
País: Estados Unidos
Año: 2008
Duración: 123 min.
Género: Aventura
Reparto: Harrison Ford, John Hurt, Cate Blanchett, Jim Broadbent, Shia LaBeouf, Karen Allen, Ray Winstone, Andrew Divoff, Pavel Lychnikoff, Igor Jijikine, Alan Dale, Joel Stoffer, David LaVera
Guión: George Lucas, David Koepp, Jeff Nathanson, Philip Kaufman
Distribuidora: Paramount
Productora: Amblin Entertainment, Lucasfilm, Paramount Pictures, Santo Domingo Films
Empezaré diciendo que si no has visto esta película es probablemente de lo mejor que vas a encontrar en el cine en estos momentos o si lo prefieres de lo más entretenido porque si algo en esencia es la saga de Indiana Jones es entretenimiento, puro y duro. Las dos horas de evasión, para disfrutar, están garantizadas.
Ahora bien, el problema de “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” es que no es una película aislada sino la cuarta entrega de una saga, por lo que siempre la vamos a comparar con las anteriores y en esa comparativa creo que al fan de siempre le va a “cojear” el cambio de registro que se ha experimentado del mismo modo que pasó con “Star Wars” (curioso, siendo que detrás de ambas sagas está George Lucas).
No sacó la comparativa a colación de manera casual. No sé por qué pero tengo la sensación (y hablo sin saber, por mera intuición) que Lucas es la mayor virtud y el mayor problema de Indiana Jones porque tengo la impresión que quiere hacer algo parecido a lo que hizo con Star Wars.
Quienes veáis esta cuarta película percibiréis con claridad manifiesta que va a haber una quinta, pero ¿quién nos dice que se quedarán en cinco? ¿No parece lógico que queriendo repetir el planteamiento de Star Wars Lucas haya pensado en una nueva trilogía que se acomode a los nuevos tiempos y a las posibilidades del cine actual? Atando cabos y contando con una información que ayer me dio Mañik empecé a pensar que es un plan que “cuadra” porque al parecer la presunta quinta película sería una precuela y quien debe coger el testigo de Harrison Ford, que no es otro que Shia Lebouf (lo ha demostrado en “el reino de la calavera” con creces), podría tomar el relevo en la sexta cerrando con equilibrio la saga.
Pero vuelvo al hecho de que Lucas sea lo más positivo y negativo de la saga y me explico. Creo que Lucas es su verdadero impulsor porque como productor es el que ha empujado el proyecto, máxime cuando Spielberg no necesita hacer más películas sobre Indiana Jones por muy bien que se lo pase haciéndolas al rodarlas con sus colegas, en esto radica su aportación positiva. Por otro lado creo que su planteamiento como productor ha perjudicado a esta cuarta entrega por su afán de acomodarla a los nuevos tiempos, como ya hizo con la segunda trilogía de Star Wars. Pienso que Lucas, que me parece un empresario de cine magnífico, como productor se ha convertido en aquello de lo que quiso escapar creando sus propios estudios, un productor industrial que piensa en resultados económicos y también lo explico. Cuando comparas la vieja trilogía de Star Wars con la nueva te das cuenta que el misterio, la magia, ese alma existencial que rezumaba cada película se diluyó a favor del espectáculo. Para adecuarse a los nuevos tiempos Lucas dejó atrás lo que hacía especial a Star Wars y seguramente fue así porque tenía que contentar a una legión inmensa de fans y en nuestros días lo que nos entra por los ojos en los cines son los efectos especiales y la espectacularidad de lo que vemos. Con Indiana Jones parece que sus intenciones son las mismas a juzgar por el resultado.
No quiero que se me malinterprete. A mí me parece bien y me gusta que haya películas cuya máxima sea entretener a toda costa y me parece bien que Lucas quiera acomodarse a los nuevos tiempos, aprovechar las nuevas posibilidades de las que dispone gracias a los magníficos equipos técnicos que tiene en su productora, pero como espectador que ha visto ya mucho cine prefiero el sentimiento a la pirotecnia, me llega más una película equilibrada, coherente y bien planificada que un superespectáculo de imágenes y en esto creo que Lucas ha metido la pata como lo hizo con Star Wars y eso lo digo admitiendo que estoy en contra de casi todo el mundo porque a mí la nueva trilogía de las galaxias me parece que está muy infravalorada y que el tiempo la dejará en mejor lugar.
Voy al grano y para que se me entienda mejor. En “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” me atrapa mucho más la persecución en la que Indiana y Mutt huyen en la moto que la de la selva al final, me emociona más el comienzo que el final, me creo más la primera hora que la última y pienso, puedo estar equivocado, que la primera parte es Spielberg y la segunda es Lucas por mucho que al principio se homenajee a “American Graffiti” que es del segundo y al final a “Encuentros en la tercera fase” que es del primero.
Creo que el Indiana Jones que mejor funciona o al menos el que a mí más me gusta es ese que lanza pólvora al aire para descubrir el lugar donde se oculta un secreto, ese que echa de menos a su padre (cómo se echa de menos la química que había entre Ford y Sean Connery en la tercera parte, por mucho que también sea buena la que hay con Shia Leboeuf), ese que habla con su viejo amigo el profesor de Yale o con Mutt en el bar o ese que huye por las vigas en el Área 51 y no lo es tanto ese que pierde protagonismo al final a favor de los efectos especiales y se convierte en mero espectador de lo que acontece a su alrededor.
No digo con todo esto que la película no se pueda disfrutar a tope o que no esté bien, lo que digo es que prefiero el alma que aportan al personaje sus conversaciones, su sufrimiento en escena, su capacidad para descifrar los enigmas que van apareciendo a su paso antes que las mil piruetas y rocambolescas acciones que nos ofrecen en el último tramo de la película. Pienso que son espectaculares, que los chicos de los efectos especiales se pueden poner una medalla y Lucas otra a la hora de demostrar todo lo que se puede mostrar en una pantalla, pero creo que muchas cosas sobran, no son necesarias y se muestran por el mero hecho de rizar el rizo. Eso no me gusta, quita dramatismo a la acción y equilibrio argumental a la película....aunque sí, es entretenido, no digo lo contrario, pero lo pasé mucho mejor con los diálogos entre Indiana Jones y Mutt que con la acción, que como en otras películas recientes me pareció excesiva. Al final uno termina con empacho de efectos especiales.
En esa línea de cosas que sobran la película no me parece equilibrada aún a pesar de que se ha buscado darle una estructura clásica a un guión formado por muchas ideas y retazos de varios guiones. Si habéis leído un poco sobre el proceso de producción sabréis que se hicieron varios guiones, que el proyecto fue cambiando su argumento hasta tomar una forma definitiva y parece que se tomaron ideas de aquí y de allá a juzgar por la gente que firma como guionistas en los créditos. Yo me quedo con las ganas de saber qué había pensado Frank Darabont (el director de “Cadena perpetua” y “La milla verde”) cuyo guión encantó a Spielberg y Ford y echó atrás George Lucas. Intuyo que Darabont firmó un mejor guión porque éste como guión es flojito por mucho que el argumento sea interesante, que no hay que confundir una cosa con la otra.
Si os fijais la película se compone claramente de tres partes: preámbulo, nudo y desenlace:
El preámbulo creo que es Spielberg total, que respeta mucho el espíritu de las tres primeras películas y me parece que es lo mejor, con un ritmo de cierta cadencia inicial pero que después va aumentando en función de cómo se aceleran los acontecimientos y es una parte en la que los actores pueden sacar lo mejor de sí gracias a los diálogos, a su interacción. Disfruté mucho en todas las escenas que comparten Harrison Ford y Shia Lebouef, que me parece el hijo perfecto de Indiana.
El nudo me parece un poco espeso y se dan demasiadas explicaciones. La historia es interesante, pero lo sería más si se fuera desentrañando a base de imágenes y no tanto diálogo que trata de dejar todo mascadito. Por así decirlo se pierde un poco el suspense, el misterio que se logra cuando una imagen te da pistas sobre la siguiente. Hay momentos excelentes como casi todas las apariciones de Cate Blanchet o la entrada en las tumbas al más puro estilo de siempre, pero después la película peca de ser un poco farragosa.
El desenlace me parece un capricho de Lucas. La persecución en la selva peca de lo mismo que la carrera de vainas en Star Wars: Episodio I. Me parece una concesión a la galería por mucho que me lo pasara teta viéndola. Sobran muchas cosas, muchas casualidades, muchas carambolas. No es necesario todo eso para conseguir emoción como demostraba la escena de la camioneta en la primera parte. ¿A qué fin la escenita a lo Tarzán de Mutt? ¿O que Marion conduzca al vehículo anfibio y lo haga bajar así por el risco? Y por no hablar del final que es una ida de olla que no tiene otro sentido que demostrar lo que se puede conseguir en un estudio de efectos especiales. Todo eso no era necesario y se podría haber conseguido mucho más sin tanta parafernalia. Creo que es el gran defecto de Lucas y le hecho la culpa a él porque es la misma línea de producción que vimos en la segunda trilogía de Star Wars.
Y dicho todo lo dicho no me gustaría que nadie pensara que esta película no me ha gustado, porque si lo ha hecho y bastante, pero creo que está por debajo de sí misma y que el cine actual peca en muchos casos de dar más importancia de la que tiene a la pirotecnia. O quizás sea que cuando ves mucho cine cobran más importancia los personajes que la acción y te guste más sentir como piensan, sufren, dialogan o aman que verlos haciendo mil y una cabriolas, por mucho que Indiana Jones sea las dos cosas.
Pese a todo Indiana Jones sigue siendo muy grande y John Williams mucho más porque su fanfarria es tan importante como el sombrero, el látigo o el propio personaje......es imposible estar en una cine y que no se ponga la carne de gallina al escuchar la épica melodía que forma parte de nuestras vidas.