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País: Italia.
Duración: 135 min.
Género: Drama.
Interpretación: Toni Servillo, Gianfelice Imparato , Maria Nazionale, Salvatore Cantalupo, Gigio Morra, Salvatore Abruzzese, Marco Macor, Ciro Petrone, Carmine Paternoster, Zhang Ronghua, Simone Sacchettino.
Guión: Ugo Chiti, Matteo Garrone, Roberto Saviano, Maurizio Braucci, Gianni Di Gregorio, Massimo Gaudioso
Distribuidora: Alta Classic
Productora: Fandango
Maquillaje: Alessandro Bertolazzi
Montaje: Marco Spoletini
Productor: Domenico Procacci
“Gomorra” fue la película más destacada del cine italiano durante el 2008 o al menos de la que más se habló, la que más impactó internacionalmente aunque no entró por ejemplo en la carrera de los óscars contra todo pronóstico.
No es una película fácil, trata sobre la camorra italiana y no aligera una carga de violencia que pretende ser realista. De hecho lo que se pretende es que penetremos en el mundillo de las bandas napolitanas como si la cámara fuera nuestros ojos, un poco en la línea del programa de televisión “Callejeros” de “Cuatro”, aunque en este caso la cámara no interactúa con los personajes, sólo los sigue.
Otra característica de “Gomorra” es que no hay un protagonista con el que se identifique el público ni un argumento con principio y fin o moraleja. El guión si ata todos los cabos argumentales y si puede sacar cada cual sus conclusiones pero esencialmente en lo que consiste el ver esta película es en penetrar en un ambiente, vivirlo y experimentarlo a través de varios personajes: un chaval que quiere formar parte de una de las bandas pese a la oposición de su madre, dos jóvenes un tanto descerebrados que quieren actuar por libre sin nadie que les mande, un sastre afectado por los intereses de las bandas, un pagador de una de las bandas y un empresario que se dedica a enterrar residuos.
A parte de la sensación de verismo que se respira a lo largo de todo el metraje lo interesante de esta película es lo esclarecedora que es, lo bien que explica los manejos y situaciones enrevesadas por el que todo el sistema social queda viciado por culpa de la camorra y de la acción de las bandas. La violencia que engendra más violencia, el orgullo desmedido y la ambición, machacar a los demás para sobrevivir, el afán por el dinero fácil, el deseo de pertenecer a algo y sentirse seguro gracias a ello, la corrupción que se justifica con algo tan ilógico como “así son las cosas” o un “no te creas mejor que yo”, las reglas internas de las bandas manifestada en un “Estás con nosotros o contra nosotros” o en “Tú no pienses, ya pensamos nosotros”. Todo ello “late” en esta película y gracias a esa cámara que sigue a los personajes somos testigos de ello dentro mismo del meollo, viviendo con intensidad situaciones que sentimos perfectamente verosímiles.
Por supuesto la película es dura, directa y sin concesiones. El final con el que se cierra lo que se nos cuenta de cada personaje es prueba de ello, magnífico por cierto en todos los casos con escenas de antología pero para no contar ninguno de ellos me voy a referir a otro ejemplo a mitad de película. Es un buen ejemplo del jarro de agua fría que se te lanza a la cara con esta película, del bofetón de realidad que nos aplica el director para mostrarnos en qué consiste este mundillo.
El empresario que se dedica a enterrar residuos de fábricas sufre un revés. Uno de los bidones de residuos ha caído sobre uno de los conductores de los camiones que los transportan y éstos se plantan y dicen que no van a terminar el trabajo porque no son formas de trabajar. El empresario se monta en un coche y al cabo de un rato llega con su solución y cinco cojines. Como espectador esta solución te deja K:O. pero demuestra a las claras que todo es una espiral, que al final sólo importa el dinero y que el sistema siga funcionando, sin mayor escrúpulo ni consideración.
Una magnífica película.
País: Italia.
Duración: 135 min.
Género: Drama.
Interpretación: Toni Servillo, Gianfelice Imparato , Maria Nazionale, Salvatore Cantalupo, Gigio Morra, Salvatore Abruzzese, Marco Macor, Ciro Petrone, Carmine Paternoster, Zhang Ronghua, Simone Sacchettino.
Guión: Ugo Chiti, Matteo Garrone, Roberto Saviano, Maurizio Braucci, Gianni Di Gregorio, Massimo Gaudioso
Distribuidora: Alta Classic
Productora: Fandango
Maquillaje: Alessandro Bertolazzi
Montaje: Marco Spoletini
Productor: Domenico Procacci
“Gomorra” fue la película más destacada del cine italiano durante el 2008 o al menos de la que más se habló, la que más impactó internacionalmente aunque no entró por ejemplo en la carrera de los óscars contra todo pronóstico.
No es una película fácil, trata sobre la camorra italiana y no aligera una carga de violencia que pretende ser realista. De hecho lo que se pretende es que penetremos en el mundillo de las bandas napolitanas como si la cámara fuera nuestros ojos, un poco en la línea del programa de televisión “Callejeros” de “Cuatro”, aunque en este caso la cámara no interactúa con los personajes, sólo los sigue.
Otra característica de “Gomorra” es que no hay un protagonista con el que se identifique el público ni un argumento con principio y fin o moraleja. El guión si ata todos los cabos argumentales y si puede sacar cada cual sus conclusiones pero esencialmente en lo que consiste el ver esta película es en penetrar en un ambiente, vivirlo y experimentarlo a través de varios personajes: un chaval que quiere formar parte de una de las bandas pese a la oposición de su madre, dos jóvenes un tanto descerebrados que quieren actuar por libre sin nadie que les mande, un sastre afectado por los intereses de las bandas, un pagador de una de las bandas y un empresario que se dedica a enterrar residuos.
A parte de la sensación de verismo que se respira a lo largo de todo el metraje lo interesante de esta película es lo esclarecedora que es, lo bien que explica los manejos y situaciones enrevesadas por el que todo el sistema social queda viciado por culpa de la camorra y de la acción de las bandas. La violencia que engendra más violencia, el orgullo desmedido y la ambición, machacar a los demás para sobrevivir, el afán por el dinero fácil, el deseo de pertenecer a algo y sentirse seguro gracias a ello, la corrupción que se justifica con algo tan ilógico como “así son las cosas” o un “no te creas mejor que yo”, las reglas internas de las bandas manifestada en un “Estás con nosotros o contra nosotros” o en “Tú no pienses, ya pensamos nosotros”. Todo ello “late” en esta película y gracias a esa cámara que sigue a los personajes somos testigos de ello dentro mismo del meollo, viviendo con intensidad situaciones que sentimos perfectamente verosímiles.
Por supuesto la película es dura, directa y sin concesiones. El final con el que se cierra lo que se nos cuenta de cada personaje es prueba de ello, magnífico por cierto en todos los casos con escenas de antología pero para no contar ninguno de ellos me voy a referir a otro ejemplo a mitad de película. Es un buen ejemplo del jarro de agua fría que se te lanza a la cara con esta película, del bofetón de realidad que nos aplica el director para mostrarnos en qué consiste este mundillo.
El empresario que se dedica a enterrar residuos de fábricas sufre un revés. Uno de los bidones de residuos ha caído sobre uno de los conductores de los camiones que los transportan y éstos se plantan y dicen que no van a terminar el trabajo porque no son formas de trabajar. El empresario se monta en un coche y al cabo de un rato llega con su solución y cinco cojines. Como espectador esta solución te deja K:O. pero demuestra a las claras que todo es una espiral, que al final sólo importa el dinero y que el sistema siga funcionando, sin mayor escrúpulo ni consideración.
Una magnífica película.