Título original: Australia
País: Estados Unidos, Australia
Duración: 165 min.
Género: Drama bélico
Reparto: Hugh Jackman, Nicole Kidman, David Wenham, Bruce Spence, Bryan Brown, Bill Hunter, Jack Thompson, Ben Mendelsohn, John Jarratt, Jacek Koman, David Gulpilil, Essie Davis, Barry Otto, Brandon Walters
Guión: Stuart Beattie, Baz Luhrmann
Distribuidora: 20th. Century Fox
Productora: Twentieth Century-Fox Film Corporation, Bazmark Films
Cásting: Nikki Barrett, Ronna Kress
Dirección artística: Ian Gracie, Karen Murphy
Diseño de Producción: Catherine Martin
Montaje: Dody Dorn, Michael McCusker
Música: David Hirschfelder, Mandy Walker
Productor: Baz Luhrmann, Catherine Knapman, Catherine Martin, G. Mac Brown, Paul 'Dubsy' Watters
Vestuario: Catherine Martin
Hace aproximadamente un año se empezó a oír hablar ya de “Australia” y sabiendo que dirigía Baz Luhrman (“Moulin rouge”), que era un proyecto de notable presupuesto y que los protagonistas eran Nicole Kidman y Hugh Jackman (éste tras la renuncia de Russell Crowe) se empezó a hablar de esta película como de una de las favoritas para todos los premios para el 2008. Vista hoy y comprobados los resultados no cabe duda que en muchas ocasiones los pronósticos nada tienen que ver con la realidad y “Australia” no será multipremiada aunque sí es una de las películas del momento.
Un error lógico pero a fin de cuentas error es el de pensar que esta película es sólo una película de “estrellas” porque el verdadero protagonista es en realidad el pequeño Nullah (Brandon Walters) y si por protagonismo en pantalla fuera tanto él como “Rey Jorge” (David Gulpilil) se convierten en los auténticos robaescenas de la función atrapando nuestro interés, atención y simpatías casi desde el mismo comienzo.
Otro desliz que creo que se está cometiendo es pensar que esta película es otra “Memorias de África” e incluso he escuchado por ahí que tiene pinta de pastelona. No sé muy bien por qué tanto prejuicio, la verdad es que ni es la película del año ni es pastelona por mucho que un cierto componente romántico tenga, que lo tiene.
La única pista válida antes de verla sería conocer el estilo visual de Luhrman, que de algún modo y como en sus películas anteriores se mantiene juguetón con su cámara e incluso con el argumento mismo sin dejar que la película se decante ni hacia el drama ni hacia el melodrama ni hacia ningún género concreto. Tal ha sido el deseo del director de hacer una película total que “Australia” es a la vez comedia, drama, melodrama, película comprometida, western, cine de aventuras, bélica y no sé cuántos géneros más para regocijo de quien quiera entretenerse y para desgracia de los puristas que se toman los géneros demasiado en serio. También se nota en todo el metraje una especial atención por el preciosismo en el encuadre, por la fotografía colorista o por la panorámica y la tendencia a crear atmósferas y escenas idílicas (le quitan “realismo” a la película porque Luhrmann no pretende hacer un cine realista y es algo que notaréis en muchos momentos porque los fondos de estudio “cantan”, eso no debe juzgarse negativamente porque es un recurso hecho con intención).
Mi mejor recomendación si se va a ver esta película es la misma que haría si ahora se recuperara “Moulin rouge” (a mí me hubiera venido bien en su día) y es que nadie vaya a ver “Australia” exigiendo mucho de antemano o saldrá defraudado. Hay que verla con un espíritu lúdico y acercándose a ella sin prejuicios, dispuesto a disfrutar de la fiesta del cine que es. El comienzo es muy importante porque marca las pautas, las reglas del juego, aunque no lo parezca. Uno se da de bruces con algo que no espera, un Hugh Jackman chungo y canalla y una Nicole Kidman embarada que más que otra cosa provoca sonrisas y lo único que parece serio es el relato de la voz en off, de un niño aborigen, verdadero protagonista de la película. Hay que entender este comienzo para después disfrutar el resto.
Pese a que Baz Luhrman no parece tomarse demasiado en serio su película desde el comienzo de ésta, resulta que se ha currado una película que pretendía ser una “obra total” porque se le nota en las hechuras, en lo que pretende y en como está construida, en cada imagen, en lo que cuenta y en lo que insinúa.
Pienso que cada cual debe decidir si “Australia” le llega o no porque me declaro incapaz de asegurar si gustará a muchos o pocos tanto como a mí. Me temo incluso que se puedan cambiar las tornas y que esta película no guste en general cuando a mí si mientras que “Moulin rouge” sí gusto cuando a mí no. Como se suele decir para gustos los colores, pero pienso que esta película está hecha y pensada para gustar y ese es su pro y su contra a la vez.
Se me entenderá si apunto que los relatos con voz en off suelen funcionar bien; que las imágenes en espacios abiertos también; que los argumentos en los que pasan muchas cosas con unas pizcas adecuadas de drama, romanticismo, aventura y emoción son más entretenidos; que suele subir unos puntitos nuestra apreciación siempre que se denuncian injusticias o mezquindades y se apoya a colectivos discriminados....vamos que si juntas todo ello y te curras una gran superproducción lo que estás tratando de hacer es lo que aludía antes: una película total, un “Lo que el viento se llevó”, un “Lawrence de Arabia” o un “Doctor Zhivago”, un “David Lean” vamos, aunque claro, Luhrmann no es Lean, que ya le gustaría, como a todos los demás que se dedican a esto porque Lean sólo ha habido uno y es irrepetible. Evidentemente hacer una película por y para el público tiene el contra de que se le puede considerar “comercial”. Su final en concreto lo es puesto que desde la producción se modificó el que se había pensado previamente que era más duro, más intenso y también menos apreciado por el público en las sesiones de prueba y menos ajustado a lo que pretende esta película (si la veis sabréis cual era la alternativa y podréis juzgar si os hubiera gustado más o menos, yo creo que en este caso y sólo en este está bien tal y como está).
Independientemente de si se juzga que los ingredientes de esta película han cuajado en un buen cocktail o no lo cierto es que es importante que se hagan películas como ésta que son como una fiesta del cine, que justifican el pagar una entrada para ver una historia en pantalla grande (desde luego “Australia” está pensada para verse en pantallón y si la véis en un monitor de televisión no será lo mismo). No contamos con tantas películas de este estilo en la actualidad como para desdeñarlas y al margen de que guste más o menos hay que apreciar el esfuerzo que hay detrás de ella.
Hace aproximadamente un año se empezó a oír hablar ya de “Australia” y sabiendo que dirigía Baz Luhrman (“Moulin rouge”), que era un proyecto de notable presupuesto y que los protagonistas eran Nicole Kidman y Hugh Jackman (éste tras la renuncia de Russell Crowe) se empezó a hablar de esta película como de una de las favoritas para todos los premios para el 2008. Vista hoy y comprobados los resultados no cabe duda que en muchas ocasiones los pronósticos nada tienen que ver con la realidad y “Australia” no será multipremiada aunque sí es una de las películas del momento.
Un error lógico pero a fin de cuentas error es el de pensar que esta película es sólo una película de “estrellas” porque el verdadero protagonista es en realidad el pequeño Nullah (Brandon Walters) y si por protagonismo en pantalla fuera tanto él como “Rey Jorge” (David Gulpilil) se convierten en los auténticos robaescenas de la función atrapando nuestro interés, atención y simpatías casi desde el mismo comienzo.
Otro desliz que creo que se está cometiendo es pensar que esta película es otra “Memorias de África” e incluso he escuchado por ahí que tiene pinta de pastelona. No sé muy bien por qué tanto prejuicio, la verdad es que ni es la película del año ni es pastelona por mucho que un cierto componente romántico tenga, que lo tiene.
La única pista válida antes de verla sería conocer el estilo visual de Luhrman, que de algún modo y como en sus películas anteriores se mantiene juguetón con su cámara e incluso con el argumento mismo sin dejar que la película se decante ni hacia el drama ni hacia el melodrama ni hacia ningún género concreto. Tal ha sido el deseo del director de hacer una película total que “Australia” es a la vez comedia, drama, melodrama, película comprometida, western, cine de aventuras, bélica y no sé cuántos géneros más para regocijo de quien quiera entretenerse y para desgracia de los puristas que se toman los géneros demasiado en serio. También se nota en todo el metraje una especial atención por el preciosismo en el encuadre, por la fotografía colorista o por la panorámica y la tendencia a crear atmósferas y escenas idílicas (le quitan “realismo” a la película porque Luhrmann no pretende hacer un cine realista y es algo que notaréis en muchos momentos porque los fondos de estudio “cantan”, eso no debe juzgarse negativamente porque es un recurso hecho con intención).
Mi mejor recomendación si se va a ver esta película es la misma que haría si ahora se recuperara “Moulin rouge” (a mí me hubiera venido bien en su día) y es que nadie vaya a ver “Australia” exigiendo mucho de antemano o saldrá defraudado. Hay que verla con un espíritu lúdico y acercándose a ella sin prejuicios, dispuesto a disfrutar de la fiesta del cine que es. El comienzo es muy importante porque marca las pautas, las reglas del juego, aunque no lo parezca. Uno se da de bruces con algo que no espera, un Hugh Jackman chungo y canalla y una Nicole Kidman embarada que más que otra cosa provoca sonrisas y lo único que parece serio es el relato de la voz en off, de un niño aborigen, verdadero protagonista de la película. Hay que entender este comienzo para después disfrutar el resto.
Pese a que Baz Luhrman no parece tomarse demasiado en serio su película desde el comienzo de ésta, resulta que se ha currado una película que pretendía ser una “obra total” porque se le nota en las hechuras, en lo que pretende y en como está construida, en cada imagen, en lo que cuenta y en lo que insinúa.
Pienso que cada cual debe decidir si “Australia” le llega o no porque me declaro incapaz de asegurar si gustará a muchos o pocos tanto como a mí. Me temo incluso que se puedan cambiar las tornas y que esta película no guste en general cuando a mí si mientras que “Moulin rouge” sí gusto cuando a mí no. Como se suele decir para gustos los colores, pero pienso que esta película está hecha y pensada para gustar y ese es su pro y su contra a la vez.
Se me entenderá si apunto que los relatos con voz en off suelen funcionar bien; que las imágenes en espacios abiertos también; que los argumentos en los que pasan muchas cosas con unas pizcas adecuadas de drama, romanticismo, aventura y emoción son más entretenidos; que suele subir unos puntitos nuestra apreciación siempre que se denuncian injusticias o mezquindades y se apoya a colectivos discriminados....vamos que si juntas todo ello y te curras una gran superproducción lo que estás tratando de hacer es lo que aludía antes: una película total, un “Lo que el viento se llevó”, un “Lawrence de Arabia” o un “Doctor Zhivago”, un “David Lean” vamos, aunque claro, Luhrmann no es Lean, que ya le gustaría, como a todos los demás que se dedican a esto porque Lean sólo ha habido uno y es irrepetible. Evidentemente hacer una película por y para el público tiene el contra de que se le puede considerar “comercial”. Su final en concreto lo es puesto que desde la producción se modificó el que se había pensado previamente que era más duro, más intenso y también menos apreciado por el público en las sesiones de prueba y menos ajustado a lo que pretende esta película (si la veis sabréis cual era la alternativa y podréis juzgar si os hubiera gustado más o menos, yo creo que en este caso y sólo en este está bien tal y como está).
Independientemente de si se juzga que los ingredientes de esta película han cuajado en un buen cocktail o no lo cierto es que es importante que se hagan películas como ésta que son como una fiesta del cine, que justifican el pagar una entrada para ver una historia en pantalla grande (desde luego “Australia” está pensada para verse en pantallón y si la véis en un monitor de televisión no será lo mismo). No contamos con tantas películas de este estilo en la actualidad como para desdeñarlas y al margen de que guste más o menos hay que apreciar el esfuerzo que hay detrás de ella.