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#ChrisColumbus #DanielRadcliffe #RupertGrint #EmmaWatson
Chris Columbus cierra su colaboración en la saga de Potter entregando una segunda parte tan eficaz, entretenida e indicada para toda la familia como la primera, aunque la trama incrementa levemente la atmósfera de suspense y miedo. En cualquier caso es una película que vuelve a tener un diseño de producción magnífico, que te transporta de nuevo al mundo mágico y que disfrutan mucho los más pequeños porque los toques de humor que salpican la historia están ideados básicamente para ellos y la resolución de la intriga en torno a la cámara secreta le compete, como no podía ser de otra forma, a Harry y sus amigos. En definitiva, una película familiar, que pese a que a mucha gente le pareció larga, mantenía a buen nivel el espíritu y logros de la primera.
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martes, 9 de enero de 2024
"Harry Potter 2 y la cámara secreta" (Chris Columbus, 2002)
jueves, 3 de febrero de 2022
"Los lunes al sol" (Fernando León de Aranoa , 2002)
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El relato que Fernando León de Aranoa hace sobre el contexto de tres adultos en dificultades laborales y personales en la España del cambio de siglo tiene, a mi juicio, muchísimas virtudes cinematográficas, alguna tan obvia como las excelentes interpretaciones de un reparto en estado de gracia en el que impacta un Javier Bardem excelso; pero entre todas yo destacaría la grandísima habilidad para construir desde lo cotidiano y con aparente sencillez un retrato atinadísimo de la época y sus gentes. Personas que viven a contracorriente en medio de unas aguas políticas y sociales poco gratas y que hacen frente a ello con cierto estoicismo, con un punto de picardía, sin sucumbir a la autocompasión y con la resignación de quien asume su condición. Hay diálogos magníficos en esta película y escenas que parecen intrascendentes pero que rebosan significados más profundos y hay una gran capacidad para explicar situaciones y ambientes; pero lo que a mí me rinde es como todos los personajes te atrapan, te conmueven y te hacen vivir en su pellejo. Consiguió 5 premios Goya (mejor película, director, actor, actor secundario y actor revelación).
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miércoles, 16 de diciembre de 2020
"Equilibrium" (Kurt Wimmer, 2002)
**
La propuesta argumental es interesante: un futuro distópico en el que se han anulado los sentimientos de las personas bajo el pretexto de que provocaron la Tercera guerra mundial. Para conseguir un férreo control de la población el gobierno obliga a ponerse inyecciones diarias que adormecen los sentimientos y dispone de una eficaz policía llamada los Clérigos de Grammaton que eliminan cualquier disidencia. A priori un argumento tan interesante como inquietante en los tiempos que corren. Además visualmente la película pretende ser una nueva "Matrix" con coreografías de acción que recuerdan a aquella. El caso es que todo naufraga y se queda a medio camino de lo que podría haber sido. Particularmente la puesta en escena, decorados, etc me parece de serie B, pero acaba siendo eso lo de menos ya que durando poco más de hora y media se hace larga y repetitiva. La trama me pierde en varias ocasiones sin que llegue a importarme qué les pase a los personajes y el argumento está trufado con enfrentamientos que me parecen meros fuegos de artificio. Me decepcionó bastante.
domingo, 29 de abril de 2018
"Muere otro día" (Lee Tamahori, 2002)
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Un Bond excesivo y rebuscado argumentalmente, pero por eso mismo muy entretenido. Fue la última participación de Pierce Brosnan encarnando a 007, pero será más recordado por la salida del agua de Halle Berry en la playa recordando la escena similar que en su día protagonizara Ursula Andrews, ambas momentos icónicos de la serie. En el momento de su estreno fue una de las películas de la saga más taquillera, ayudad también por la participación de Madonna en la banda sonora.
jueves, 6 de agosto de 2009
"El pianista" (Roman Polanski, 2002)

*****
Países: Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia, Holanda.
Duración: 148 min.
Interpretación: Adrien Brody (Wladyslaw Szpilman), Thomas Kretschmann (Capitán Wilm Hosenfeld), Daniel Caltagirone (Majorek), Frank Finlay (El Padre), Maureen Lipman (La Madre), Emilia Fox (Dorota), Ed Stoppard (Henryk), Julia Rayner (Regina), Jessica Kate Meyer (Halina), Ruth Platt (Janina).
Guión: Ronald Harwood; basado en la novela "El pianista del gueto de Varsovia" de Wladyslaw Szpilman.
Producción: Roman Polanski, Robert Benmussa y Alain Sarde.
Música: Wojciech Kilar.
Fotografía: Pawel Edelman.
Montaje: Hervé de Luze.
Recuperamos del baúl de los recuerdos la reseña de "El pianista" tal y como la escribimos al verla en el estreno allá por 2002. Obtendría numerosos premios como la Palma de Oro en Cannes y 3 óscars (director, actor principal y guión adaptado) y otras cuatro nominaciones (mejor película, fotografía, diseño de vestuario y montaje). Una grandiosa película sin duda.
¿Os habeis planteado que si no existiera "La lista de Schindler" y si Roman Polanski no fuera un apestado en EEUU (está acusado de violación y si pisara suelo estadounidense sería detenido inmediatamente) estaríamos hablando de la película favorita para los óscars de este año? "El pianista" es una gran película y creo que eso no se le escapa a nadie (De hecho aún no conozco a nadie al que no le haya gustado). Si las circunstancias fueran otras su resonancia pública sería muy distinta, mucho mayor (Hasta ahí llegan los resortes de la publicidad y la distribución en esta industria que es el cine). Me parece injusto.
No perdamos, no obstante, la perspectiva y centrémonos en sus valores cinematográficos. Sí, claro "La lista de Schindler" ya trataba el tema del holocausto y parecía la película definitiva sobre el tema, pero es que estamos hablando de la obra maestra del mismísimo Steven Spielberg. Sí, por su puesto, lo que vamos a ver nos lo sabemos ya porque la historia, ese trágico episodio de la historia, nos lo conocemos todos muy bien ¡¡¡¡Y que nadie lo olvide!!!! (Lástima que lo hagan precisamente los que no deberían hacerlo). ¿Pero son estas pegas suficientes para rebajar el mérito de esta película? Creo que no, porque "El pianista" está por encima del bien y del mal y aunque sea "previsible" eso no es un defecto (Todas las películas históricas son previsibles en más o menos medida).
Quitando lo dicho ¿Qué más defectos se pueden sacar a "El pianista"? Francamente, lo ignoro. Me parece una obra redonda y puede que también tengamos que hablar de la obra maestra en la filmografía de Roman Polanski, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta que ha dirigido magníficas películas como "La semilla del diablo", "Chinatown", "Tess" o "La muerte y la doncella" entre otras (He de reconocer que a mí Polanski me gusta siempre, también me gustaron "El balie de los vampiros", "Lunas de hiel", "Frenético" y "La novena puerta")
Probablemente lo más interesante de la película es que Polanski no trata de ser un narrador omnisciente, es decir, no trata de explicarnos la ocupación nazi de Varsovia y el holocausto judío contando con todos los datos y dando una visión de conjunto del hecho (eso ya lo hizo de maravilla Spielberg). Lo que hace es presentar a un personaje, el pianista Wladyslaw Szpilman (No lo olvidemos, un personaje real) y contarnos, desde su perspectiva (que es la misma que adopta la cámara y la misma que adoptamos como espectadores) cómo los acontecimientos se le echaron al pueblo judío de Varsovia literalmente encima. Polanski y su cámara son simplemente testigos de ello. Gracias a ello llegamos a entender mucho mejor como la situación se fue degradando progresivamente sin que tuvieran capacidad para reaccionar, como los hechos les sobrepasaron, cómo se vieron de pronto recluidos en ghettos, cómo fueron separados los unos de los otros, cómo tuvieron que sobrevivir en ínfimas condiciones y cómo vivieron el terror del genocidio. Un ejemplo: como sólo cuenta lo que le pasa a Wladyslaw nosotros no llegamos a saber lo que les ocurre al resto de personajes, sólo lo intuímos como lo hubiera hecho cualquiera en esas circunstancias y esa incertidumbre, el desamparo, la impotencia se sufre con mucha mayor intensidad. El drama es profundamente más intenso porque es como si nosotros lo viviéramos también y además porque no hay concesiones a la lágrima fácil: al estar rodada con un tono casi documental la cámara no se recrea en los momentos más duros, todo es inmediato, instantáneo y también irremediable, descorazonador, frío y cortante..... verosímil.
La puesta en escena es fantástica porque al usar planos secuencias (es decir, escenas filmadas sin cortes ni montaje) y usa bastantes, todo tiene que estar milimétricamente organizado para que funcione y no estamos hablando de escenas intimistas (aunque también las hay), sino de grandes grupos de extras, de calles completas, de la ciudad de Varsovia (magníficamente recreada, por cierto) sufriendo el terror. A parte Polanski logra que sus actores estén fantásticos (Adrien Brody, si hubiera justicia ganaría el óscar; pero es muy poco popular como para eso) y cada plano cuenta muchas más cosas de las que parecen a simple vista en un fantástico trabajo de síntesis. Es fascinante comprobar todo lo que se puede decir con unas imágenes, unos rostros, unas miradas y, en muchos momentos, sin música de fondo que remarque el estado anímico ni diálogos ni narración en off. Pocas veces la desolación y la soledad, la desesperación y el miedo, la angustia y el dolor se han retratado tan bien como en esta película.
Por último y, como siempre lo he defendido y he apostado por él, querría romper una lanza por Adrien Brody. En su momento encadené casi seguidas "Summer of Sam", "Pan y rosas" y "Las flores de Harrison" y me pareció muy bueno, pero es que en "El pianista" está magnífico. No dudo que el resto de interpretaciones de los nominados para estos óscars son francamente buenas (me gusta especialmente la de Daniel Day-Lewis en su papel de Bill "El carnicero"), pero teniendo en cuenta que el resto de candidatos ya tiene un óscar creo que es Adrien Brody quien debería ganar. He dicho bien, "debería" porque no creo que lo haga, y por si tengo razón comentar desde aquí que su trabajo me parece apabullante. Cuando lo vemos sólo, recluido, escondido o paseando desesperado únicamente verle produje una congoja indescriptible (Al menos a mí me ocurrió).
Hay mucho más que hablar sobre "El pianista", pero más que hablar hay que verla. No os la perdais.
Países: Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia, Holanda.
Duración: 148 min.
Interpretación: Adrien Brody (Wladyslaw Szpilman), Thomas Kretschmann (Capitán Wilm Hosenfeld), Daniel Caltagirone (Majorek), Frank Finlay (El Padre), Maureen Lipman (La Madre), Emilia Fox (Dorota), Ed Stoppard (Henryk), Julia Rayner (Regina), Jessica Kate Meyer (Halina), Ruth Platt (Janina).
Guión: Ronald Harwood; basado en la novela "El pianista del gueto de Varsovia" de Wladyslaw Szpilman.
Producción: Roman Polanski, Robert Benmussa y Alain Sarde.
Música: Wojciech Kilar.
Fotografía: Pawel Edelman.
Montaje: Hervé de Luze.
Recuperamos del baúl de los recuerdos la reseña de "El pianista" tal y como la escribimos al verla en el estreno allá por 2002. Obtendría numerosos premios como la Palma de Oro en Cannes y 3 óscars (director, actor principal y guión adaptado) y otras cuatro nominaciones (mejor película, fotografía, diseño de vestuario y montaje). Una grandiosa película sin duda.
¿Os habeis planteado que si no existiera "La lista de Schindler" y si Roman Polanski no fuera un apestado en EEUU (está acusado de violación y si pisara suelo estadounidense sería detenido inmediatamente) estaríamos hablando de la película favorita para los óscars de este año? "El pianista" es una gran película y creo que eso no se le escapa a nadie (De hecho aún no conozco a nadie al que no le haya gustado). Si las circunstancias fueran otras su resonancia pública sería muy distinta, mucho mayor (Hasta ahí llegan los resortes de la publicidad y la distribución en esta industria que es el cine). Me parece injusto.
No perdamos, no obstante, la perspectiva y centrémonos en sus valores cinematográficos. Sí, claro "La lista de Schindler" ya trataba el tema del holocausto y parecía la película definitiva sobre el tema, pero es que estamos hablando de la obra maestra del mismísimo Steven Spielberg. Sí, por su puesto, lo que vamos a ver nos lo sabemos ya porque la historia, ese trágico episodio de la historia, nos lo conocemos todos muy bien ¡¡¡¡Y que nadie lo olvide!!!! (Lástima que lo hagan precisamente los que no deberían hacerlo). ¿Pero son estas pegas suficientes para rebajar el mérito de esta película? Creo que no, porque "El pianista" está por encima del bien y del mal y aunque sea "previsible" eso no es un defecto (Todas las películas históricas son previsibles en más o menos medida).
Quitando lo dicho ¿Qué más defectos se pueden sacar a "El pianista"? Francamente, lo ignoro. Me parece una obra redonda y puede que también tengamos que hablar de la obra maestra en la filmografía de Roman Polanski, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta que ha dirigido magníficas películas como "La semilla del diablo", "Chinatown", "Tess" o "La muerte y la doncella" entre otras (He de reconocer que a mí Polanski me gusta siempre, también me gustaron "El balie de los vampiros", "Lunas de hiel", "Frenético" y "La novena puerta")
Probablemente lo más interesante de la película es que Polanski no trata de ser un narrador omnisciente, es decir, no trata de explicarnos la ocupación nazi de Varsovia y el holocausto judío contando con todos los datos y dando una visión de conjunto del hecho (eso ya lo hizo de maravilla Spielberg). Lo que hace es presentar a un personaje, el pianista Wladyslaw Szpilman (No lo olvidemos, un personaje real) y contarnos, desde su perspectiva (que es la misma que adopta la cámara y la misma que adoptamos como espectadores) cómo los acontecimientos se le echaron al pueblo judío de Varsovia literalmente encima. Polanski y su cámara son simplemente testigos de ello. Gracias a ello llegamos a entender mucho mejor como la situación se fue degradando progresivamente sin que tuvieran capacidad para reaccionar, como los hechos les sobrepasaron, cómo se vieron de pronto recluidos en ghettos, cómo fueron separados los unos de los otros, cómo tuvieron que sobrevivir en ínfimas condiciones y cómo vivieron el terror del genocidio. Un ejemplo: como sólo cuenta lo que le pasa a Wladyslaw nosotros no llegamos a saber lo que les ocurre al resto de personajes, sólo lo intuímos como lo hubiera hecho cualquiera en esas circunstancias y esa incertidumbre, el desamparo, la impotencia se sufre con mucha mayor intensidad. El drama es profundamente más intenso porque es como si nosotros lo viviéramos también y además porque no hay concesiones a la lágrima fácil: al estar rodada con un tono casi documental la cámara no se recrea en los momentos más duros, todo es inmediato, instantáneo y también irremediable, descorazonador, frío y cortante..... verosímil.
La puesta en escena es fantástica porque al usar planos secuencias (es decir, escenas filmadas sin cortes ni montaje) y usa bastantes, todo tiene que estar milimétricamente organizado para que funcione y no estamos hablando de escenas intimistas (aunque también las hay), sino de grandes grupos de extras, de calles completas, de la ciudad de Varsovia (magníficamente recreada, por cierto) sufriendo el terror. A parte Polanski logra que sus actores estén fantásticos (Adrien Brody, si hubiera justicia ganaría el óscar; pero es muy poco popular como para eso) y cada plano cuenta muchas más cosas de las que parecen a simple vista en un fantástico trabajo de síntesis. Es fascinante comprobar todo lo que se puede decir con unas imágenes, unos rostros, unas miradas y, en muchos momentos, sin música de fondo que remarque el estado anímico ni diálogos ni narración en off. Pocas veces la desolación y la soledad, la desesperación y el miedo, la angustia y el dolor se han retratado tan bien como en esta película.
Por último y, como siempre lo he defendido y he apostado por él, querría romper una lanza por Adrien Brody. En su momento encadené casi seguidas "Summer of Sam", "Pan y rosas" y "Las flores de Harrison" y me pareció muy bueno, pero es que en "El pianista" está magnífico. No dudo que el resto de interpretaciones de los nominados para estos óscars son francamente buenas (me gusta especialmente la de Daniel Day-Lewis en su papel de Bill "El carnicero"), pero teniendo en cuenta que el resto de candidatos ya tiene un óscar creo que es Adrien Brody quien debería ganar. He dicho bien, "debería" porque no creo que lo haga, y por si tengo razón comentar desde aquí que su trabajo me parece apabullante. Cuando lo vemos sólo, recluido, escondido o paseando desesperado únicamente verle produje una congoja indescriptible (Al menos a mí me ocurrió).
Hay mucho más que hablar sobre "El pianista", pero más que hablar hay que verla. No os la perdais.
miércoles, 22 de julio de 2009
"Minority report" (Steven Spielberg, 2002)

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País: USA.
Año: 2002.
Duración: 145 min.
Interpretación: Tom Cruise (Detective John Anderton), Colin Farrell (Danny Witwer), Max von Sydow (Director Lamar Burgess), Samantha Morton (Agatha), Steve Harris (Jad), Neal McDonough (Oficial Gordon 'Fletch' Fletcher), Patrick Kilpatrick (Oficial Jeff Knott), Jessica Capshaw (Evanna), Mike Binder (Leo Crow).
Guión: Scott Frank y Jon Cohen; basado en un relato de Philip K. Dick.
Producción: Jan De Bont, Bonnie Curtis, Gerald R. Molen y Walter F. Parkes.
Música: John Williams.
Fotografía: Janusz Kaminski.
Montaje: Michael Kahn.
Diseño de producción: Alex McDowell.
Dirección artística: Ramsey Avery, Leslie McDonald y Seth Reed.
Vestuario: Deborah Lynn Scott.
Estreno en España: 4 Octubre 2002.
Llevo varios días dándole vueltas a la película y la razón es porque me extraña que esté provocando tantas adhesiones incondicionales como rechazos. En los foros de cine algunos dicen que Spielberg ya no es el que era y se comenta que la película es flojita (algo muy parecido a lo que ocurre con "Señales" que también me parece una película francamente interesante y sin embargo está recibiendo bastantes palos). Adelanto que a mí "Minority report" me ha gustado bastante.
Creo que el gran problema de Spielberg últimamente es el propio Spielberg. Me explico: él siempre ha hecho películas pensando en el público y en eso yo lo equipararía a Alfred Hitchcock, que como director actuaba igual. En realidad si somos coherentes ¿para qué se hacen películas? ¿Acaso no se hacen para llenar salas de cine? De vez en cuando surgen directores como los dos nombrados que por su talento, por su inquietud artística convierten sus películas en grandes obras como lo son "La lista de Schindler" o "Psicosis" (por poner sólo dos ejemplos). Ocurre que Steven Spielberg ha cambiado su punto de partida, me parece a mí. Sigue haciendo películas por y para todos; pero no acepta un proyecto si no se acomoda a algo que él quiera contar y que le permita experimentar (¿Sabíais que le habían ofrecido hacer "Spiderman" y "Harry Potter" y se negó porque eran dos historias que no constituían retos para él?)
Personalmente noto un cambio notable en sus últimas películas. Tanto "A. I." como "Minority report" resultan extrañamente arriesgadas, tanto que la primera fue un relativo fracaso de taquilla, que no de crítica (Yo, ahora, recordándola me parece una rara flor en su filmografía y cada vez la valoro más, cada vez me gusta más y me gustó mucho cuando la vi). Creo que en general gustan menos porque no encuentras en ellas al Spielberg habitual: hay más diálogos y monólogos con fondo, hay más simbología, hay tramos en los que la acción se detiene más de lo que nos tenía acostumbrados, hay una especial atención a tomas y perspectivas extrañas de la cámara, las historias introducen momentos curiosos difíciles de interpretar a simple vista....Uno se va al cine a ver una película de Spielberg y no se encuentra a "E.T." ni a "Tiburón" ni a "Indiana Jones" (que son películas magníficas, pero en las que todo se nos da mascadito), sino una película más exigente y creo que eso descoloca muchísimo, pero yo no estoy de acuerdo con que sean flojas. Ya ocurrió esto con "El imperio del sol": se la tachó de aburrida y, francamente, me pareció una película buenísima, aunque no fuera tan entretenida como el resto de las películas de Spielberg.
Yendo ya en concreto a "Minority report" debemos partir de un hecho: es una película de evasión, un policiaco con tintes de cine negro ambientado en el futuro y no hay que buscar mucho más en ella. Como toda obra de ciencia-ficción hay detrás de ella una cuestión (o más de una) para reflexionar y una historia para entretener. Me parece que tanto una como otra funcionan y sí, se me ocurre alguna pega en la historia que no cuadra demasiado bien, pero ¡¡¡por Dios!!! hay que entrar en el juego que se nos propone ¿Acaso no pasamos por alto que en el espacio haya sonido de naves espaciales?, ¿Acaso no pasamos por alto puñetazos en la cara que dejan los puños sin un rasguño?, ¿Acaso no pasamos por alto las paradojas temporales de decenas de películas?.....Bueno, pues pasemos por alto que el malo de la película pueda preparar algo tan enrevesado y hagámoslo porque según lo que se nos cuenta tampoco es tan ilógico, aunque sea difícil de aceptar (y lo digo así para no desvelar nada. Espero que los que la veais sepais por donde voy).
Tengo la impresión de que está habiendo dos tipos de público: a los que nos gusta y no le sacamos más punta (Curiosamente casi todos amantes del fantástico y la ciencia-ficción, osea, gente más preparada para entrar en este juego) y a los que no les gusta (que se ponen a sacar mil pegas y comparaciones con otras películas sencillamente porque se esperaban algo radicalmente distinto o porque ya no entran en el juego desde el mismo comienzo). Haciendo referencia a los que misnuvaloran la película por comparación decirles que creo que lo único que tiene en común esta película con "Blade runner" es que ambas parten de relatos de Phillip K. Dick y no sé por qué compararlas (Tienen más cosas en común, pero si la comparación sirve para poner a caldo "Minority report" no me parece bien); francamente creo que lo único que tiene esta película en común con "Matrix" es una película marcada por una fotografía casi monocromática y con un grano muy atípico y no sé por qué compararlas; y respecto al resto de películas de Spielberg lo único que tiene en común es que son del mismo director y prefiero no compararlas. Es más, me gusta y mucho que tenga muy poco que ver (quiere decir que Spielberg no se estanca ni se conforma consigo mismo y es algo que si no se le valora ahora, ya se hará más adelante).
Da la impresión que el sino del último Spielberg es tener tantos detractores como seguidores. Yo, que soy de los segundos simplemente eludo cualquier tipo de debate. A mí "Minority report" me ha gustado y bastante y como ni os voy a convencer ni vosotros a mí sólo termino diciendo por qué me ha gustado: me gusta porque sin renunciar a sí mismo Spielberg está experimentando con un cine más arriesgado del habitual; me gusta porque a mí la película se me ha pasado en un suspiro (a pesar de esas dos o tres escenas en las que la acción se detiene más de la cuenta); me gusta porque me fascina el tema que trata y me chifla la ciencia-ficción; me gusta porque aunque no es una película de actores ninguno está mal y Samantha Morton está francamente bien; me gusta porque Spielberg me ha vuelto a sorprender con varias escenas antológicas (la persecución por las calles, Cruise cambiando de automóvil en vertical, las arañas tratando de identificar al fugitivo...); me gusta porque el guión es complejo y me obliga a hacer un esfuerzo para encontrarle las claves internas, el sentido a aquello que parece extraño y el hilo a la trama y no sólo soy un pedazo de carne con ojos que se divierte en mi butaca; me gusta porque intuyo un notable esfuerzo tras la cámara de todos los profesionales que trabajan con Spielberg. Vamos que me ha gustado. Me ha gustado mucho.
domingo, 17 de agosto de 2008
“Star Wars Episodio II: el ataque de los clones” (George Lucas, 2002)

****
País: USA.
Duración: 136 min.
Interpretación: Ewan McGregor (Obi-Wan Kenobi), Natalie Portman (Senadora Padmé Amidala), Hayden Christensen (Anakin Skywalker), Ian McDiarmid (Canciller Supremo Palpatine / Darth Sidious), Samuel L. Jackson (Mace Windu), Pernilla August (Shmi Skywalker), Jack Thomson (Cliegg Lars), Christopher Lee (Conde Dooku / Darth Tyranus), Anthony Daniels (C-3PO / Teniente Dannl Faytonni), Frank Oz (Yoda; voz versión original), Andrew Secombe (Watto; voz v.o.), Oliver Ford Davies (Sio Bibble), Silas Carson (Nute Gunray / Ki-Adi-Mundi), Kenny Baker (R2-D2), Ahmed Best (Jar Jar Binks; voz v.o.), Jimmy Smits (Senador Bail Organa), Ayesha Dharker (Reina Jamillia), oel Edgerton (Owen Lars), Bonnie Piese (Beru Whitesun), Temuera Morrison (Jango Fett), Daniel Logan (Boba Fett).
Guión: George Lucas y Jonathan Hales; basado en una historia de George Lucas.
Producción: Rick McCallum.
Producción ejectiva: George Lucas.
Música: John Williams.
Fotografía: David Tattersall.
Montaje: Ben Burtt.
Diseño de producción: Gavin Bocquet.
Dirección artística: Phil Harvey y Jonathan Lee.
Vestuario: Trisha Biggar.
Decorados: Joanne Tastula y Peter Walpole.
Tras la dispar acogida que tuvo “La amenaza fantasma” con muchos frikies de la saga defraudados por el cambio de planteamiento de Star Wars, Lucaas seguramente tuvo que plantearse que camino seguir. Una opción era volver al estilo y espíritu de la trilogía original, más basada en lo puramente aventurero y envuelta siempre en un cierto suspense como motor argumental y la otra opción era seguir apostando por la renovación, derivando la saga más en un drama de intrigas políticas y acción, aprovechando las nuevas posibilidades de los efectos especiales para asombrar a los nuevos públicos.
En esta tesitura creo que Lucas optó por no echar la vista atrás y seguir hacia delante, tratando eso sí, de contentar a los frikies que se manifestaban contrarios de ese cierto tono pueril que achacaban al Episodio I. Desde luego a lo que renunció fue a aprovechar estos tres primeros episodios para tratar de avasallar visualmente a los espectadores con las posibilidades de Industrial Light and magic, ahora capaces de hacer escenas tan brillantes como la persecución de vehículos por los cielos de Coruscant al comienzo de la película o la de Obi Wan y Jango Feet por el cinturón de asteroides, para crear un mundo marino como Camino o una legión de clones o para mostrarnos por primera vez cómo fueron las guerras clon.
Pienso que esa decisión de no volver a la línea de trabajo del pasado es una apuesta arriesgada pero era necesaria. Lo que ocurre es que gran parte del trabajo de Lucas queda condicionado por su deseo de contentar a la gente adoptando más la posición de un productor que de un autor. Creo que ese es el principal problema de la nueva trilogía, ya que para hacerlo, para asombrar visualmente, los efectos especiales cobran especial protagonismo y algunas escenas se alargan demasiado o parecen excesivamente pensadas para la galería como Episodio I la carrera de vainas o en Episodio II el momento en que Annakin y Amidala tienen que evitar las máquinas de Geonosis o en la peculiar escena del circo al final, donde además, los efectos “cantan” y eso perjudicará un poco a la película con el paso del tiempo.
Hay en este sentido una escena visualmente impactante pero que cambia por completo nuestra percepción del universo de Star Wars. Me refiero a la escena de la persecución del asesino cambiante por los cielos de Coruscant. Creo que esta escena supone un cambio radical respecto a la trilogía original. Por primera vez vemos a un jedi desafiando las leyes de la gravedad consciente de que “la fuerza” lo mantendrá a salvo. El hecho de que Obi Wan se lance por la ventana para atrapar a la sonda espía sin que le importe el hecho del vacío que tiene bajo sí, el hecho de que Annakin pilote como lo hace, de que se lance de su vehículo para atrapar el del asesino que se encuentra metros más abajo, el hecho de que salga indemne del aterrizaje forzoso confieren a los jedis unas capacidades que les acercan más a los poderes de los superhéroes que a seres humanos. Eso aumenta las posibilidades de la espectacularidad de las acciones que vemos y permite que por ejemplo en la primera versión animada de “Clone wars” Mace Windu nos sorprenda desafiando la gravedad, pero también nos hace a los personajes más ajenos a nosotros y se disuelve en gran parte un cierto tono realista que rezumaba en la primera trilogía pese a que también fuera ciencia-ficción o fantástico a fin de cuentas.
No obstante, lo que si mejora respecto a Episodio I es la densidad de los sucesos narrados. Lucas renuncia a un narración tan sencilla y lineal como la de Episodio I, película que está concebida para ser disfrutada por sí misma, para multiplicar los hilos argumentales y convertir esta segunda parte en un nudo narrativo que no puede ser disfrutado independientemente por los temas que deja en el aire, un poco en la línea de “El imperio contraataca” en su día, con la que algunos críticos quisieron ver una cierta proximidad que más allá de esta circunstancia yo no veo.
Vista la película sin las ansias del estreno y vista también “La amenaza fantasma” con la perspectiva de haber visto ya toda la saga y estarla disfrutando indagando en sus resortes internos, cada vez más me parece que lo que es el argumento propiamente dicho y sobretodo los entresijos políticos y el plan de Darth Sidious está francamente bien urdido. De hecho creo que es lo que mejor funciona de esta primera trilogía. Tiene sentido, una cierta densidad que le da verismo y es la espina dorsal de todos los acontecimientos que se nos narran.
A parte de ello Episodio II concentra su atención en otros dos asuntos narrativamente hablando. Por un lado la historia de amor entre un arrogante Annakin y una Amidala rendida a los sentimientos que no controla y por otro lado la investigación de Obi Wan para descubrir quien trata de asesinar a Amidala nada más comenzar la película, impulsada por el consejo Jedi. La alternancia de estas dos líneas narrativas hace avanzar la película a un buen ritmo y no se hace pesada en ningún momento, salvo quizás por su duración.
Podríamos hablar además de una cuarta línea argumental que se va explicando y es el proceso de derrumbamiento de Annakin Skywalker que será un asunto central en Episodio III. Aquí ya se anticipan sus miedos, su arrogancia, cómo crece la rabia en él al perder a su madre, cómo aumenta su ego alentado por el canciller Palpatine, como desafía a la autoridad de Obi Wan y el consejo Jedi. Hayden Christensen cumple en su papel y le acompaña bien una Natalie Portman que es la que fortalece las escenas de amor en las que Christensen flojea más, pero hay esencialmente cinco presencias más que revalorizan lo que vemos en pantalla. Por un lado Ewan McGregor, que se muestra ya como el Obi Wan que queríamos ver; Temuera Morrison como Jango Feet que realmente es un personaje que consigue un notable desasosiego en nosotros y que se podría haber aprovechado más y mejor; Christopher Lee, magnífico como Conde Dooku mejorando en lo que ha amenaza suponía Darth Maul y favoreciendo la dimensión dramática de la historia al ser un antagonista por motivos idealistas y ser además nada menos que el padawan de yoda; Ian McDiarmind, que en todo momento está grandioso en su papel de Canciller Palpatine y de manera inesperada Yoda, que tiene un gran protagonismo en este Episodio II y pese a ser un personaje digital y notarse está francamente logrado por las expresiones que consiguen mostrar a través de su rostro.
A parte de la acción propiamente dicha y del ritmo narrativo, que como ya dije en Episodio I me parece que están realmente conseguidos y dejando de lado esas pegas aquí y allá que todos, seguro, podemos verle creo que “El ataque de los clones” no desmerece a la saga y sí, aunque le da un nuevo impulso al nuevo planteamiento, más acorde con los nuevos tiempos, se ve con interés y pienso que no defrauda. Además tiene un cierto tono agridulce potenciado por la magnífica, una vez más, banda sonora de John Williams, que la hace especialmente adecuada antes del desenlace que se verá en “Episodio III” y anticipa perfectamente los trabajos de animación de las guerras clon, que fue un acierto de Lucas dejarlas de lado porque aunque fuera lo que muchos frikies querían ver me parece más acertado concentrarse en lo que lo hizo, en definitiva el meollo del asunto.
Tras la dispar acogida que tuvo “La amenaza fantasma” con muchos frikies de la saga defraudados por el cambio de planteamiento de Star Wars, Lucaas seguramente tuvo que plantearse que camino seguir. Una opción era volver al estilo y espíritu de la trilogía original, más basada en lo puramente aventurero y envuelta siempre en un cierto suspense como motor argumental y la otra opción era seguir apostando por la renovación, derivando la saga más en un drama de intrigas políticas y acción, aprovechando las nuevas posibilidades de los efectos especiales para asombrar a los nuevos públicos.
En esta tesitura creo que Lucas optó por no echar la vista atrás y seguir hacia delante, tratando eso sí, de contentar a los frikies que se manifestaban contrarios de ese cierto tono pueril que achacaban al Episodio I. Desde luego a lo que renunció fue a aprovechar estos tres primeros episodios para tratar de avasallar visualmente a los espectadores con las posibilidades de Industrial Light and magic, ahora capaces de hacer escenas tan brillantes como la persecución de vehículos por los cielos de Coruscant al comienzo de la película o la de Obi Wan y Jango Feet por el cinturón de asteroides, para crear un mundo marino como Camino o una legión de clones o para mostrarnos por primera vez cómo fueron las guerras clon.
Pienso que esa decisión de no volver a la línea de trabajo del pasado es una apuesta arriesgada pero era necesaria. Lo que ocurre es que gran parte del trabajo de Lucas queda condicionado por su deseo de contentar a la gente adoptando más la posición de un productor que de un autor. Creo que ese es el principal problema de la nueva trilogía, ya que para hacerlo, para asombrar visualmente, los efectos especiales cobran especial protagonismo y algunas escenas se alargan demasiado o parecen excesivamente pensadas para la galería como Episodio I la carrera de vainas o en Episodio II el momento en que Annakin y Amidala tienen que evitar las máquinas de Geonosis o en la peculiar escena del circo al final, donde además, los efectos “cantan” y eso perjudicará un poco a la película con el paso del tiempo.
Hay en este sentido una escena visualmente impactante pero que cambia por completo nuestra percepción del universo de Star Wars. Me refiero a la escena de la persecución del asesino cambiante por los cielos de Coruscant. Creo que esta escena supone un cambio radical respecto a la trilogía original. Por primera vez vemos a un jedi desafiando las leyes de la gravedad consciente de que “la fuerza” lo mantendrá a salvo. El hecho de que Obi Wan se lance por la ventana para atrapar a la sonda espía sin que le importe el hecho del vacío que tiene bajo sí, el hecho de que Annakin pilote como lo hace, de que se lance de su vehículo para atrapar el del asesino que se encuentra metros más abajo, el hecho de que salga indemne del aterrizaje forzoso confieren a los jedis unas capacidades que les acercan más a los poderes de los superhéroes que a seres humanos. Eso aumenta las posibilidades de la espectacularidad de las acciones que vemos y permite que por ejemplo en la primera versión animada de “Clone wars” Mace Windu nos sorprenda desafiando la gravedad, pero también nos hace a los personajes más ajenos a nosotros y se disuelve en gran parte un cierto tono realista que rezumaba en la primera trilogía pese a que también fuera ciencia-ficción o fantástico a fin de cuentas.
No obstante, lo que si mejora respecto a Episodio I es la densidad de los sucesos narrados. Lucas renuncia a un narración tan sencilla y lineal como la de Episodio I, película que está concebida para ser disfrutada por sí misma, para multiplicar los hilos argumentales y convertir esta segunda parte en un nudo narrativo que no puede ser disfrutado independientemente por los temas que deja en el aire, un poco en la línea de “El imperio contraataca” en su día, con la que algunos críticos quisieron ver una cierta proximidad que más allá de esta circunstancia yo no veo.
Vista la película sin las ansias del estreno y vista también “La amenaza fantasma” con la perspectiva de haber visto ya toda la saga y estarla disfrutando indagando en sus resortes internos, cada vez más me parece que lo que es el argumento propiamente dicho y sobretodo los entresijos políticos y el plan de Darth Sidious está francamente bien urdido. De hecho creo que es lo que mejor funciona de esta primera trilogía. Tiene sentido, una cierta densidad que le da verismo y es la espina dorsal de todos los acontecimientos que se nos narran.
A parte de ello Episodio II concentra su atención en otros dos asuntos narrativamente hablando. Por un lado la historia de amor entre un arrogante Annakin y una Amidala rendida a los sentimientos que no controla y por otro lado la investigación de Obi Wan para descubrir quien trata de asesinar a Amidala nada más comenzar la película, impulsada por el consejo Jedi. La alternancia de estas dos líneas narrativas hace avanzar la película a un buen ritmo y no se hace pesada en ningún momento, salvo quizás por su duración.
Podríamos hablar además de una cuarta línea argumental que se va explicando y es el proceso de derrumbamiento de Annakin Skywalker que será un asunto central en Episodio III. Aquí ya se anticipan sus miedos, su arrogancia, cómo crece la rabia en él al perder a su madre, cómo aumenta su ego alentado por el canciller Palpatine, como desafía a la autoridad de Obi Wan y el consejo Jedi. Hayden Christensen cumple en su papel y le acompaña bien una Natalie Portman que es la que fortalece las escenas de amor en las que Christensen flojea más, pero hay esencialmente cinco presencias más que revalorizan lo que vemos en pantalla. Por un lado Ewan McGregor, que se muestra ya como el Obi Wan que queríamos ver; Temuera Morrison como Jango Feet que realmente es un personaje que consigue un notable desasosiego en nosotros y que se podría haber aprovechado más y mejor; Christopher Lee, magnífico como Conde Dooku mejorando en lo que ha amenaza suponía Darth Maul y favoreciendo la dimensión dramática de la historia al ser un antagonista por motivos idealistas y ser además nada menos que el padawan de yoda; Ian McDiarmind, que en todo momento está grandioso en su papel de Canciller Palpatine y de manera inesperada Yoda, que tiene un gran protagonismo en este Episodio II y pese a ser un personaje digital y notarse está francamente logrado por las expresiones que consiguen mostrar a través de su rostro.
A parte de la acción propiamente dicha y del ritmo narrativo, que como ya dije en Episodio I me parece que están realmente conseguidos y dejando de lado esas pegas aquí y allá que todos, seguro, podemos verle creo que “El ataque de los clones” no desmerece a la saga y sí, aunque le da un nuevo impulso al nuevo planteamiento, más acorde con los nuevos tiempos, se ve con interés y pienso que no defrauda. Además tiene un cierto tono agridulce potenciado por la magnífica, una vez más, banda sonora de John Williams, que la hace especialmente adecuada antes del desenlace que se verá en “Episodio III” y anticipa perfectamente los trabajos de animación de las guerras clon, que fue un acierto de Lucas dejarlas de lado porque aunque fuera lo que muchos frikies querían ver me parece más acertado concentrarse en lo que lo hizo, en definitiva el meollo del asunto.
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