viernes, 25 de noviembre de 2011

martes, 22 de noviembre de 2011

“Cuentos de la luna pálida de agosto” (Kenji Mizoguchi, 1953)

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Título original: Ugetsu monogatari
Nacionalidad: Japón
Productor: Daiei
Guión: Matsutarô Kawaguchi , Yoshikata Yoda
Fotografía: Kazuo Miyagawa
Música: Fumio Hayasaku , Ichirô Saitô , Takemichi Mochizuki
Duración: 97 min.
Reparto: Machiko Kyo , Masayuki Mori , Kinuyo Tanaka , Sakae Ozawa , Mitsuko Mito , Kikue Mori , Ryôsuke Kagawa , Kichijirô Ueda , Sugisaku Aoyamati , Syozô Nanbu , Mitsusaburô Ramon , Ichisaburô Sawamura.


Recomendar una película japonesa a mucha gente de estas latitudes es algo así como montar un castillo de naipes en medio de un tornado y eso que el cine de Akira Kurosawa primero (“Ran”, “Dersu uzala”, “Rashomon” o “Los siete samuráis”), después el de Takeshi Kitano y más recientemente los éxitos de Hayao Miyazaki en la animación (“El viaje de Chihiro”, “La princesa Mononoke” o “Ponyo en el acantilado”) han hecho que al menos se sepa que por allí también hacen películas.















La cosa se pone mucho más complicada si retrocedemos en el tiempo y rescatamos a los que se consideran grandes clásicos del cine japonés como Ozu o Mizoguchi, que hacen un cine con un sentido de lo trágico, lo épico y lo lírico que entronca mucho más con las leyendas de su mitología medieval que con los tiempos actuales. Si encima hablamos de películas en blanco y negro, muchas veces con un ritmo moroso y una emotividad en las antípodas de la que gastamos y aseguro que es preferible verla en versión original subtitulada ¿para qué queremos más?

Los japoneses, como la mayoría de orientales, tienen una sensibilidad artística muy diferente a la nuestra, que además estamos acostumbrados a un ritmo y una cultura audiovisual radicalmente distinta ya desde pequeñitos. Querer ver y disfrutar una película japonesa equivale pues a tener una inquietud especial y a no tener prejuicios con los terrenos inexplorados. Y por su puesto generalizar es injusto porque existen casos peculiares como el de “Departures” que ganó el óscar a mejor película extranjera hace poco y es un drama como muy mascadito y desmenuzado para que su digestión sea facilona hasta para nosotros.

El caso es que la película que he visto y de la que quiero hablar se encuentra en casi todas las listas con pedigrí de las grandes películas de la historia del cine. “Ugetsu monogatari” o lo que es lo mismo, “Cuentos de la luna pálida de agosto”, que filmó Keni Mizoguchi en 1953 no sólo ha ido resistiendo el paso de las generaciones sin perder la fuerza hipnótica que poseen sus imágenes sino que sigue siendo uno de esos manjares que de vez en cuando nos regala el cine.















Dicho lo dicho a nadie le sorprenderá que recomiende que se elija un buen momento para verla en el que no haya prisas ni las tentaciones de cambiar de canal porque seguramente cueste engancharse, pero si se tiene interés lo que propone Mizoguchi con sus imágenes es un auténtico viaje en el tiempo a un lugar y una época que nada tiene que ver con el mundo en el que nos movemos. Hay en esta película (como en muchas otras japonesas porque en esto los japoneses son auténticos maestros) un halo de magia, una atmósfera onírica, que nos transporta literalmente a una realidad diferente.

El argumento trata sobre dos familias de campesinos en la provincia de Orni junto al lago Biwa que en plena guerra civil y rodeados por las tropas del general Shibata, han de elegir su futuro. En una sociedad patriarcal como la japonesa ese destino lo deciden los cabezas de familia, Genjuro y Tobai, que aspiran cada uno a convertirse en personas importantes, uno vendiendo sus cuencos en la ciudad de Nogahama y el otro convirtiéndose en guerrero samurai. Lo que ignoran es que la elección de cada uno de ellos queda lastrada por el peso del egoísmo y la ambición, que a la postre les perjudicará y los convertirá en víctimas de un duro aprendizaje.

La historia que nos narra Mizoguchi está basada en una leyenda del siglo XVI, una historia con moraleja a medio camino entre lo fantástico y lo real que pone en tela de juicio el afán por obtener riqueza, fama y poder olvidando lo fundamental, la familia y la autorrealización personal a través del trabajo.

Se trata de un drama humanista marcado por esa sensibilidad tan característica japonesa que tanto realza lo dramático para enseñar y adoctrinarnos observando las consecuencias de nuestros errores en cabeza ajena.














Aunque son escasos los personajes es difícil conectar emotivamente con ellos, primero porque Mizogochi evita los primeros planos y trabaja con planos generales en los que se mueven varios personajes (cosa a la que no estamos acostumbrados hoy en día que dominan los primeros planos y el protagonista enseguida conecta con nosotros) y segundo porque los dramas japoneses suelen ser muy exagerados y eso en cierto modo nos distancia. Estos aspectos son por los que apuntaba que la sensibilidad artística es muy diferente a la nuestra, no obstante hay que entender la película como un drama aleccionador diferente, basado en un continuo juego de idas y venidas entre lo real y lo fantástico, lo brumoso y lo sobrenatural.

Quizás lo más difícil en una película como ésta sea apreciar el porqué de su relevancia ya que el argumento tiene su miga pero es más bien simple y no es lo único importante, ni siquiera la moraleja lo es porque en cambio la forma en que está construida, la atmósfera que consigue, la puesta en escena elaboradísima sí son piezas claves de una obra absolutamente personal y distinta a cualquier otra, que es algo que conforme pasa el tiempo adquiere más valor artístico.

La moraleja: Quizás para ser felices debamos aprender primero a conformarnos con lo que tenemos. Desde luego es una gran película sobre la fatalidad.


MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!




- La huida con la llegada de los soldados y el regreso a la casa para recuperar las vasijas.
- El viaje por el río con los piratas como amenaza entre la bruma y los sueños de futuro de los dos hombres.
- Las transiciones que se producen de la realidad a los fantástico, especialmente aquella en la que Genjuro se da cuenta que ha estado enamorado de un fantasma.
- El asesinato de la mujer de Tobai cuando caminaba por el campo con su hija a cuestas.
- La escena en la que un samurai pide a Tobei que le decapite después de hacerle el harakari (el momento se oculta de la cámara, pero no deja de tener un fuerte impacto en el espectador).

lunes, 21 de noviembre de 2011

“La saga Crepúsculo: Amanecer, parte I” (Bill Condon, 2011)

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Título original: The Twilight saga: Breaking dawn – Part 1.
País: EEUU.
Duración: 117 min.
Género: Drama, fantástico, romántica.
Reparto: Kristen Stewart (Bella Swan), Robert Pattinson (Edward Cullen), Taylor Lautner (Jacob Black), Dakota Fanning (Jane), Michael Sheen (Aro), Maggie Grace (Irina), Ashley Greene (Alice), Nikki Reed (Rosalie Hale), Jackson Rathbone (Jasper Hale), Billy Burke (Charlie Swan), Kellan Lutz (Emmett), Anna Kendrick (Jessica), Peter Facinelli (Dr. Carlisle Cullen), Lee Pace (Garrett), Elizabeth Reaser (Esme Cullen), Julia Jones (Leah), Jamie Campbell Bower (Cayo).
Guión: Melissa Rosenberg; basado en la novela de Stephenie Meyer.
Producción: Wyck Godfrey, Karen Rosenfelt y Stephenie Meyer.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Guillermo Navarro.
Montaje: Virginia Katz.
Diseño de producción: Richard Sherman.
Vestuario: Michael Wilkinson.
Distribuidora: Aurum.
Estreno en USA: 18 Noviembre 2011.
Estreno en España: 18 Noviembre 2011.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

A estas alturas ya a nadie coge desprevenido esta saga de “Crepúsculo” para la que es recomendable tener entre 15 y 25 años, ser mujer o aspirar a ello y haberse empapuzado las novelas en las que se basa. No es que el resto de la población mundial no pueda verla (de hecho viendo los sobresalientes resultados en taquilla queda constancia que el fenómeno es más global y yo mismo soy prueba de ello), pero ya digo que el tramo de edad y género aludido son seguramente los que más disfrutarán esta película (95% de la sala de cine donde la vi).













Así como la primera entrega era una mezcla entre cine teenager y experimento fantástico-indie, lo cual le daba un cierto encanto para un profano como yo; una vez defenestrada Catherine Hardwicke, directora de aquella, la saga pasó a ser un producto de estudio con todo lo que esto tiene de bueno y malo. Con semejante “caramelo” para sus arcas era lógico que una productora relativamente pequeña y nueva como Summit Entertainment (comenzó en 1998) apostara por lo seguro y decidiera no arriesgar. Se optó por una factura preciosista (la fotografía, ambientación y dirección artística lo son), se prefirió un soundtrack efectista (sonido muy cuidado como en toda producción de terror y pese a que lamentablemente “Crepúsculo” poco tenga de miedo y banda sonora rimbombante, en este caso de Carter Burwell), se contrataron directores de encargo que no impusieran criterios propios (esta vez Bill Condon, responsable de películas muy correctas como “Dioses y monstruos”, “Kinsey” o “Dreamgirls”) y se trabajó en las bazas seguras, a saber, argumento de las novelas y trío de actores protagonistas (la legión de fans de Robert Pattinson y Taylor Lautner asegura por sí sola el éxito de cada entrega).

El resultado responde perfectamente a lo que las fans esperan y es entretenido para el resto (para mi gusto sin más y con pegas), así que el éxito en taquilla, que es lo que importa, está asegurado en una nueva operación comercial que les sale bordada, máxime cuando deciden dividir la última novela en dos entregas siguiendo la costumbre reciente de muchas adaptaciones (“Harry Potter” o “El Hobbit” entre llas) que puede tener una intención creativa, no digo que no, pero también económica.

Reconociendo no ser la persona más indicada para contagiar entusiasmo con esta película mi impresión es que han desperdiciado una gran oportunidad para hacer un melodrama fantástico que daba mucho juego aunque en la parte positiva quiero pensar que la saga puede estar reclutando a un nuevo público potencial para un género que antes sólo les llamaba la atención cuando adoptaba otras formas (véanse “La princesa prometida” o “Sturdust”).

“Amanecer” arranca con una primera mitad que hará las delicias de muchas chicas casaderas o en búsqueda de su “príncipe azul”, pero creo que esa no era su mejor baza argumental y me da la sensación que tampoco se le ha sacado todo el partido posible porque la carga emocional con la que se podía haber jugado era mucho mayor que la “late” en pantalla (para mi gusto es el tramo más endeble y discutible de toda la saga). Para que se me entienda me parece que el primer acto es muy sentimental, pero muy poco emocionante. Su segunda mitad sí se adentra en “fangos” más interesantes, no olvidemos que estamos ante la historia de una humana que se enamora de un vampiro y a quien pretende un hombre lobo y que sufre un embarazo que es todo menos algo “amable”....Posibilidades para sobrecogernos con un relato de impacto las había y por momentos la película parece querer derivar hacia lo mórbido y malsano, pero un producto de estas características no se lo puede permitir y todo se queda en un mero apunte cuidadosamente autocensurado. No quiero dar la impresión con esto de que hubiera sido mejor adentrarse por esos terrenos, pero sí dejar claro que “Amanecer” podría haber sido otra cosa, como casi lo fue “Crepúsculo”.














No dudo que una aplastante mayoría de las personas que tuvieran afán por ver esta entrega habiendo disfrutado de las anteriores, volverán a salir contentas del cine (se ha hecho una película a su medida), pero a muchos nos queda una inequívoca sensación de que con los mismos ingredientes y un poco más de riesgo podría haberse conseguido algo mejor, quizás poniendo el acento en lo que ha quedado átono y no tanto en lo que se ha acentuado, quizás apostando más por el thriller fantástico y no tanto en un melodrama que para mi gusto no acaba de funcionar bien. Es decir, de acuerdo que las fans quedarán contentas con la escena de la boda, con el paradisiaco entorno de la luna de miel, con el torso desnudo de Taylor Lautner (concesión total a la galería) a los cinco segundos de película, con la cara de no haber roto un plato y la caballerosa “humanidad” de Edward Cullen o con el nuevo enfrentamiento de criaturas de la noche; pero argumentalmente yo al menos echo en falta más emoción (tanto si hablamos de lo sentimental como de la acción). Lo que de verdad importaba y podía hacer buena a “Amanecer” era un buen desarrollo de los conflictos: Jacob vs Edward, las dudas de bella, la conveniencia de la boda, sus consecuencias, lobos vs vampiros, Edward vs. sus instintos, Jacob vs sus celos...Tengo la sensación de que todo podría haber sido mejor, mucho más intenso, mucho más emotivo; pero ya digo, es una sensación personal y subjetiva y no dejo de ser alguien ajeno el fenómeno sociológico que constituye esta saga.

En resumidas cuentas, que recomendaría la película a quienes ya disfrutaron con las anteriores (aunque a mí el primer acto me parece el peor de toda la saga) y a un sector muy concreto de público en el que yo y otros como yo quedaríamos fuera....No pasa nada, tiene que haber cine para todos los gustos y todos los públicos.

La resolución eso sí tendrá que esperar hasta noviembre del año que viene y promete más acción a juzgar por la escena final que os poderéis si no os quedais a los títulos de crédito finales.


jueves, 17 de noviembre de 2011

“Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio” (Steven Spielberg, 2011)

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Título original: The adventures of Tintin: The secret of the Unicorn.
País: EEUU.
Duración: 109 min.
Género: Animación, aventuras, acción.
Interpretación: Jamie Bell (Tintín), Andy Serkis (capitán Haddock), Daniel Craig (Sakharine), Simon Pegg (Hernández), Nick Frost (Fernández), Toby Jones (Silk), Mackenzie Crook (Tom), Daniel Mays (Allan), Gad Elmaleh (Ben Salaad), Joe Starr (Barnaby).
Guión: Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish; basado en los cómics de Hergé. Producción: Peter Jackson, Kathleen Kennedy y Steven Spielberg.
Música: John Williams. Montaje: Michael Kahn.
Dirección artística: Andrew Jones y Jeff Wisniewski.
Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.
Estreno en USA: 21 Diciembre 2011.
Estreno en España: 28 Octubre 2011.


Desde el mismo instante en que Steven Spielberg decidió adaptar Tintín a la gran pantalla estaba claro que iba a ser una película de éxito y es que era casi imposible que esa asociación saliera mal. En cualquier caso no ha sido un proyecto fácil de llevar a cabo ya que lo llevaba mascando desde que hiciera “En busca del arca perdida” allá por 1982, momento en que varias críticas francesas asociaron a Tintín con Indiana Jones y eso le descubrió el cómic. La idea de la adaptación avanzó entonces hasta tal punto que Spielberg llegó a concertar una cita con Hergé que finalmente no se produjo porque el dibujante francés murió. Aquello fue la génesis de la película que podemos ver ahora y de muchos quebraderos de cabeza sobre cómo se iba a hacer. Durante parte de ese tiempo los derechos de adaptación los adquirió Steven Spielberg pero no le pertenecieron siempre. Durante este intervalo la serie de “Las aventuras de Tintín” de Stéphane Bernasconi, producida en 1991 puso las cosas difíciles porque se trata seguramente de la mejor traslación a una pantalla de las aventuras del periodista francés.














No hay que ver sólo este proyecto de Tintín como un mero proyecto de evasión y entretenimiento. A Spielberg no le ha interesado sólo por sus posibilidades argumentales (que las tiene y muchas, evidentemente), sino también por la oportunidad de desarrollar algunos aspectos técnicos que se encuentran actualmente en plena evolución: la animación basada en la captura en movimiento y el 3D. Ahí es donde entra en el proyecto Peter Jackson (vaya colaboración, los dos grandes del cine de entretenimiento juntos) porque bajo sus auspicios ha crecido la que actualmente es la mejor empresa de motion-capture, la WETA, que ha venido desarrollando esta tecnología desde “El señor de los anillos” ya que la precisaba para Gollum, casi siempre con Andy Serkis como particular conejillo de indias (de nuevo repite en esta película dando vida al capitán Haddock), y que tiene entre sus medallas los logros de “Avatar”, “Distrito 9”, “El origen del planeta de los simios” y la actualmente en pleno rodaje “El Hobbit”).

Robert Zemeckis estará tirándose de los pelos. Lo que durante años ha intentado con “Polar express” (2004), “Beowulf” (2007) o “Cuento de navidad” (2009) lo ha conseguido Spielberg asociándose con Jackson de un plumazo, así que no hay que subestimar un producto que sí, es de entretenimiento, pero que lleva a sus espaldas años de esfuerzos. Atención a la nominación casi segura de la película en el apartado de mejor film de animación en los próximos óscars (de momento sabemos por la preselección que competirá con “Rango”, “Rio”, “Cars 2” y si tenemos suerte con las españolas “Chico & Rita” y “Arrugas”).














Ya que hablamos de los aspectos técnicos de la animación decir que ésta no es perfecta, que aún deben evolucionar la gesticulación de rostros (véanse lo rígidos que resultan por ejemplo Hernández y Fernández) o ciertas texturas (véase el pelaje de Milú), pero que teniendo en cuenta que estamos hablando de trabajos pioneros el acabado es excepcional. Me ha sorprendido mucho el diseño facial de Tintín, con un rostro y una mirada que hace que enseguida te caiga bien el personaje, aunque diste del dibujo en 2D de Hergé (atención por cierto al guiño que se hace al comienzo de la película cuando vemos en un mercadillo los retratos en 2D de los personajes en 3D en un puesto en el que se encuentra el mismísimo Hergé en una suerte de homenaje); pero sobretodo la fantástica recreación espacial de ambientes y lugares, potenciada por una cámara de Spielberg que se mueve de manera inverosímil por ellos logrando siempre el plano o travelling más espectacular (véanse las persecuciones en esos falsos “planos secuencias” absolutamente magníficos e imposibles de ver en ninguna otra película). Vamos, que si alguna vez ha tenido sentido la animación y el 3D es ésta, que permite que veamos algo que no se podría filmar de ninguna otra forma, un poco en la línea que ya proponía James Cameron con “Avatar”.

Sobre la adaptación en sí del cómic (y esta vez sí puedo hablar con conocimiento de causa porque me confieso tintinófilo de pro) me parece acertada, aunque evidentemente se han hecho modificaciones para fundir en un solo argumento tres historias: De “El cangrejo de las pinzas de oro” el guión rescata el primer encuentro de Tintín con el capitán Haddock a bordo del Karaboudjan y parte de la aventura en África y de “El secreto del Unicornio” y “El tesoro de Rackham el rojo” toma prestado el motivo principal del argumento, un botín pirata tras el que se ponen Tintín, el capitán Haddock y un tercer personaje del no voy a hablar para no destripar nada y que es el gran “malo” de la función.














El arranque de la película me parece sencillamente perfecto tanto por esos magníficos títulos de crédito herederos de los de Saul Bass y en la línea de los de “Atrápame si puedes”igualmente subrayados por la juguetona partitura de John Williams (genial como siempre) como por esa inmersión dentro del mundo de ficción de la película a través del mercadillo parisino (Montmatre supongo) que rebosa luminosidad y encanto. Todo lo que viene a continuación relativo a la investigación de las pistas del tesoro y de la persecución del carterista me parece francamente conseguido aunque me han comentado que esa parte es la menos entretenida y que lo verdaderamente divertido es todo lo que acontece cuando entra en escena el capitán Haddock (sin duda es el personaje favorito para mucha gente, incluso más que el propio Tintín, que a mucha gente le resulta excesivamente impecable en su proceder).

Spielberg y Jackson han llevado a cabo un magnífico trabajo de puesta en escena, planificando con gran sentido del espacio y el dinamismo cada una de las escenas hasta el punto de que resulta difícil recordar una película de aventuras y acción que resulte tan apasionante desde el punto de vista visual...y estamos de enhorabuena porque lo que ya es seguro es que la colaboración se repetirá al menos una vez, en una continuación en la que Jackson hará las veces de director y Spielberg las de productor, de nuevo con la financiación de Paramount y Sony Pictures....aunque permítaseme que dude de las atribuciones estancas, vamos, que pienso que los dos rodarán y producirán.














Lo único que no me convence del todo son los añadidos, tanto las ensoñaciones de Haddock sobre Rackham el rojo (aunque siendo tales podemos pasar todo lo inverosímil que vemos hacer a los dos navíos), como todo el tramo final, hecho por y para el público y basado en eso que tanto está perjudicando a muchos directores que consiste en incluir una escalada de acción rizando el rizo a costa de lo posible y lo lógico. En esta ocasión a Spielberg le ha pasado un poco lo que le pasó con el final de la cuarta entrega de Indiana Jones y es que por mostrarnos las escenas de acción más espectaculares perjudica la coherencia interna de su relato ¿de verdad eran necesarias muchas de las cosas inverosímiles que se ven en la persecución de la ciudad africana? ¿era preciso el enfrentamiento con grúas en el puerto? Sin duda esta película es trepidante de principio a fin y se ve en un suspiro, pero no por ello el final ha de salirse del tiesto y para mi gusto el final es innecesario por excesivo. Estoy convencido que se puede dar muchísima emoción a una escena de acción sin recurrir a alambicadas sucesiones de casualidades que lo único que hacen es hacernos salir de la ficción misma.

Sea como fuere está claro que es una película altamente recomendable para pasar un buen rato, máxime cuando se acercan las fechas navideñas y la escusa puede ser llevar a los más pequeños de la casa, pero no nos engañemos, estas películas ya no se hacen solo para ellos y podemos disfrutarlas todos independientemente de la edad que ponga en nuestro DNI. En realidad Tintín nunca ha sido sólo un producto infantil, sino en todo caso juvenil o para todas las edades y eso es precisamente lo que nos han regalado Spielberg y Jackson, una película de aventuras y acción para todos. Lo mejor es disfrutarla.

Por cierto, me doy cuenta que de Jaime Bell “(Billy Elliot”) o de Daniel Craigg no he hablado nada, pero lo cierto es que sus presencias son casi anecdóticas dado que no se "ven", aunque cumplan...El futuro de parte del cine es ese. Podremos ver en pantalla a cualquiera aunque los interpreten otros....Es el gran sueño que intuyo siempre ha tenido Robert Zemeckis, resucitar a Marilyn Monroe, a Humphry Bogart, a Cary Grant, a Marlene Dietrich, Katherine Hepbrun y Gary Cooper....Todo se andará.

MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO SPOILERS!!!!



- La escena inicial en el mercadillo por los guiños, por su sentido de lo espacial y su luminosidad, por la inmersión en la aventura misma.
- La escena en la que Milú persigue al gato y descubre una importante pista.
- El momento en que Tintín y Haddock son atacados en el mar.
- El rescate del Capitán Haddock en el barco y la posterior huida (todo magnífico).
- Toda la persecución final en el pueblo africano.
- Las dos escenas más espectaculares probablemente son las batallas, tanto la de los navíos como la de las grúas, en cambio a mí sólo me gustan por su espectacularidad, pero no por su coherencia dentro del relato, puesto que me parecen excesivas en todo.

Grandes escenas - Escena final de "El gran miércoles" (John Milius, 1978)

martes, 15 de noviembre de 2011

Cortometrajes - French roast (Fabrice Joubert , 2010)

Historia del cine - Los Hermanos Lumiere

El 18 de Diciembre de 1895 los hermanos Auguste y Louis Lumiere presentaron en el Grand Café de París una proyección de imágenes en continuidad realizada con una máquina que mejoraba todas las que se habían inventado hasta el momento para dar sensación de movimiento a un grupo de fotografías consecutivas. Fue el nacimiento del CINEMATÓGRAFO.

"Salida de los obreros y obreras de la fábrica" (Hermanos Lumiere, 1895)



Dad la acogida del invento se dedicaron a rodar escenas cotidianas de corte documental que luego presentaban a un público fascinado. En concreto la de la llegada del tren hizo temer a muchos los que se encontraban en la sala que se les pudiera echar encima.

"La llegada del tren" (1895)



"El regador regado" (1895)



"La comida del bebé" (1895)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Trailer - "Viaje 2: la isla misteriosa"

“Amarcord” (Federico Fellini, 1973)

OBRA MAESTRA
Guión: Federico Fellini, Tonino Guerra.
Música: Nino Rota.

Reparto: Pupella Maggio (Miranda Biondi, la madre de Titta), Armando Brancia (Aurelio Biondi, el padre de Titta), Magali Noël (Gradisca, la peluquera), Ciccio Ingrassia (Teo, el tío loco de Titta), Nando Orfei (Patacca, el tío de Titta), Luigi Rossi (Abogado), Bruno Zanin (Titta Biondi), Gradisca (Magali Noël), Josiane Tanzilli (Volpina, la nifómana), Maria Antonietta Beluzzi (la tabaquera), Giuseppe Ianigro (El abuelo de Titta), Naso (Alvaro Vitali), Ovo(Bruno Scagnetti), Ciccio (Fernando De Felice), la estanquera (Maria Antonietta Beluzzi)

Duración: 118 minutos




“Amarcord” es una de mis película favoritas de Fellini a un nivel similar a “La Strada”, “8 y medio” y “Las noches de Cabiria”. Esto poco más o menos equivale a decir que es una de mis películas favoritas de todos los tiempos.

Seguramente sea la película más asequible y popular de la última etapa de Fellini, no en vano ganó el óscar a mejor película extranjera y siempre ha sido una de las películas más aclamadas del director.

Se trata de un ejercicio nostálgico en el que el director, tal y como indica el título, se “acuerda” de la Italia rural de la década de los 30’s centrándose en una localidad ficticia que bien podría ser su Rímini natal. Hay que tener en cuenta que aunque no relate historias reales, las películas de Fellini tienen mucho de autobiográfico y aporta a ellas muchas de sus obsesiones. En esta ocasión hay un tono nostálgico muy marcado, reforzado por las inolvidables melodías de Nino Rota en la banda sonora y una fotografía de Giuseppe Rotunno que consigue que muchas escenas reverberen en nuestro recuerdo con una inusual fuerza.















El poso que deja esta película es más poderoso de lo que uno piensa cuando la ve por primera vez y es difícil no repetir visionado. Tiene un tono evocador y una atmósfera nostálgica que te atrapan y permanecen y su mezcla de comedia y drama con tono costumbrista funciona como pocas veces lo ha hecho en el cine atrapando tu interés y ganándote. Su propia estructura narrativa a base de muchas escenas y situaciones no necesariamente conectadas unas con otras consigue que la experiencia de su visionado sea para nosotros como el repaso a unos recuerdos que en este caso son ajenos.

Un Fellini ya en la cincuentena logra contagiar su nostalgia y transmitir su fascinación por una época que formó parte de su infancia y en la que hay picaresca, erotismo reprimido, drama y un transfondo político que poco o nada parecía tener que ver con las gentes humildes. Su película evoca la infancia, la vida familiar, el ambiente provinciano, la escuela, la atmósfera de una época en un lugar que podría ser todos y que no es ninguno. Lo que nos relata es no obstante local y universal a la vez porque incluso no habiendo vivido en la Italia de los 30’s muchas cosas son lugares comunes para todos y todas las épocas. De algún modo, cuando la ves revives tu propia infancia, tu familia, tu educación, los sitios donde has vivido y a las personas que pasaron por tu vida.

























Una visión poco atenta de esta película puede impedir que se disfrute a fondo. El tono costumbrista y a veces jocoso y la estructura de escenas yuxtapuestas aparentemente sin una conexión argumental pueden dar la impresión de meras postales cómicas, pero hay mucho más allá detrás de todas esas escenas y el sinfín de personajes y tipos que van apareciendo. Además el nivel de detalle de Fellini es impresionante, en todas sus películas lo es, en cada escena aparecen muchos personajes, todos ellos con su propia idiosincrasia, todos ellos “a lo suyo”. Podríamos utilizar para esta película el dicho de “Cada loco con su tema” porque le viene como anillo al dedo: da la impresión como si el director se hubiera llevado su cámara en un viaje al pasado y hubiera ido filmando a todo el que pasara por delante de ella (incluso hay un abogado continuamente interrumpido por los gamberretes del pueblo que nos habla directamente para contarnos todo tipo de vicisitudes históricas). En primer plano suele estar (y no siempre) el joven Titta o su familia, pero en escena lo usual es que aparezcan muchos personajes (tipos reconocibles en cualquier sociedad) con los que uno se va familiarizando, que forman parte de la comunidad retratada y con sus propias historias en segundo plano: la ninfómana (Volpina), la tía buena (Gradisca), el vagabundo (ejerce de narrador e incluso llega a criticar a los lugareños ¿a dónde va toda esa gente? ¡¡Están locos!!!), los gamberros, los profesores, etc.....El padre de Titta es jefe de obra y representa el típico padre de la típica familia italiana, patriarcal, pero con una mujer al frente de fuerte carácter y corazón aún más grande que es el alma de la vida en el hogar.













Aunque existe un fondo dramático, esencialmente “Amarcord” adopta forma de comedia costumbrista que recurre a dos tipos de humor, el que surge de la observación de personajes y situaciones, a menudo socarrón, pícaro, hiperbólico e incluso surrealista (véanse las escenas en familia, los chavales en el colegio, la obsesión por las mujeres, la jornada campestre o esa escena antológica que es el encuentro de Titta con la estanquera en su local) y el que surge de la sátira, la farsa y el esperpento (véase el episodio sobre el fascismo o el encuentro de la Gradisca con el príncipe en el Gran Hotel). En ambos casos Fellini lo borda sacando el máximo partido tanto para la carcajada como para la sonrisa cómplice y el motivo siempre son las miserías de los personajes, que son las nuestras propias.

La película comienza con el vuelo de los milanos, que anuncian la llegada de la primavera (¡¡¡y cómo se le pone el cuerpo a la Gradisca con la primavera!!!) y la quema en la plaza de la localidad de una muñeca de trapo gigante y más o menos se recrea lo que sucede durante el verano de ese año indefinido de la década de los 30’s hasta que llegan las primeras nieves (uno de los personajes dice que es “aguanieve” y que no va a cuajar, pero termina habiendo más de un metro). La sensación que produce la película con su final es la de una cierta pérdida (aumentada con el adiós de Gradisca, que es “La Greta Garbo del pueblo” y el personaje glamouroso de la historia y la película) y por ello transmite muy bien la nostalgia con la que la impregna Fellini y permanece en el recuerdo de una forma vaporosa resonando con la melodía de Rota, como si esas imágenes hubieran formado parte de un sueño o nuestros propios recuerdos.

MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO CONTIENE SPOILERS!!!!





- Casi todas las del colegio cuando los críos hacen el gamberro y se burlan de los profesores, especialmente aquella en la que usan un conducto de papel para orinar y dejar mal a un compañero o la que el chaval hace la burla cada vez que trata de pronunciar el latinajo que le indica el profesor.

- Cachinacho enseñándole a Aurelio la nueva oda que ha hecho a los ladrillos.

- Las comidas familiares en casa de los Biondi, un auténtico jaleo con el abuelo tocándole el culo a la doncella: “Pero bueno, que se cree, que mi culo es la pila del agua bendita” o los padres discutiendo por culpa de Titta: “Somos de sainete, hasta los pollos se van a reír” y asegurándose que se van a matar.

- La expectación entre los hombres del pueblo ante la llegada de las nuevas putas.

- Las obsesiones onanistas de los chavales masturbándose en el coche o acudiendo a ver el monumento de la victoria: “Íbamos todos los días y yo soñaba con él por las noches”.

- La confesión de Titta: El cura: ¿Honras a tu padre y a tu madre? // Titta: sí, pero ellos a mí no. // Cura: ¿sabes que San Luis llora cuando te tocas?

- Los militares fascistas disparando al gramófono que toca la internacional desde el campanario.

- El Emir y sus 30 concubinas en el Gran Hotel.

- El tío en el campo gritando desde el árbol que necesita una mujer y no consiguen bajarlo hasta que llega la monja enana.

- Todos en el mar a ver pasar el trasatlántico Gran Rex.

- La escena de la niebla en la que el hijo pequeño de los Biondi ve una vaca.

- La carrera de coches de la VII Mile Miglia.

- La escena de la estanquera y su extraña mezcla de ironía, humor cínico y erotismo.

- Las escenas con la nieve que les llega a los lugareños más alta que la cabeza.

Grandes escenas - La estanquera en "Amarcord"

Trailer - "The grey"

Trailer -"Albert Nobbs"

Trailer - "Sherlok Holmes 2: juego de sombras"

lunes, 7 de noviembre de 2011

“El experimento” (Oliver Hirschbielgel, 2001)

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País: Alemania.
Duración: 120 min.
Reparto: Moritz Bleibtreu (Tarek Fahd. Prisionero nº.77), Maren Eggert (Dora), Christian Berkel (Steinhoff. Prisionero nº.38º), Justus von Dohnanyi (Guardián Berus), Oliver Stokowski (Schütte. Prisionero nº.82), Timo Dierkes (Guardián Eckert), Nicki von Tempelhoff (Guardián Kamps), Antoine Monot Jr. (Guardián Bosch), Wotan Wilke Möhring (Joe. Prisionero nº.69), Andrea Sawatzki (Dra. Jutta Grimm), Edgar Selge (Profesor Dr. Klaus Thon), Polat Dal (Prisionero nº.40), Stephan Szasz (Prisionero nº.53), Danny Richter (Prisionero nº.21), Ralf Müller (Prisionero nº.15), Markus Rudolf (Prisionero nº.74), Peter Fieseler (Prisionero nº.11), Thorsten Dersch (Prisionero nº.86), Sven Grefer (Prisionero nº.94), Lars Gärtner (Guardián Renzel), Markus Klauk (Guardián Stock), Ralph Püttmann (Guardián Amandy), Philipp Hochmair (Lars), André Jung (Ziegler), Uwe Rohde (Hans).
Guión: Mario Giordano, Christoph Darnstädt y Don Bohlinger; basado en la novela 'The experiment - Blac box'.
Producción: Norbert Preuss, Marc Conrad y Fritz Wildfeuer.
Música: Alexander van Bubenheim.
Fotografía: Rainer Klausnabb.
Montaje: Hans Funck.
Dirección artística: Andrea Kessler.
Vestuario: Claudia Bobsin.
Decorados: Uli Hanisch.


"El experimento" es una de esas películas "sorpresa" que gusta descubrir por aquello de que no nos la han dado mucho a conocer, quizás porque es alemana, porque la distribución se fija en otros títulos o simplemente porque es más fácil vender otro tipo de cine. Tampoco es una película que llame mucho la atención a priori (y con ese cartel menos aún), desde luego reconozco que no la hubiera visto si no me la hubieran aconsejado y esto te hace pensar en las muchas cosas interesantes que uno puede perderse si no se rastrea un poco o no se tienen en cuenta ciertas fuentes de información. Digamos que conviene tener fuentes alternativas a las de los medios o la publicidad porque no siempre lo que nos meten por los ojos es lo mejor. Podríamos hablar mucho de esto, me parece un tema fascinante ¿cómo nos venden las películas? ¿cuáles terminamos viendo y por qué? Pero dejemos esto simplemente para reflexionarlo y vayamos al grano, que esta película tiene suficiente “jugo” como para divagar con otras cosas.

Esta es la película con la que debutó Oliver Hirschbiegel en 1991 justo antes de hacer esa maravilla que es "El hundimiento", quizás os suene porque la escena de un Hitler derrotado en su búnker abroncando a sus ayudantes ha sido mil veces parodiada en youtube. En su día “El experimento” paso más o menos desapercibida salvo en el Festival de Sitges, pero seguramente algún enamorado de la calidad de "El hundimiento" se ha decidido a rastrear en la filmografía del director y ha dado con ella o bien algún estudiante de psicología ha querido saber cómo resolvieron la adaptación de un experimento que se hizo realmente y que se basaba en un proceso de despersonalización de los individuos en determinados contextos o dicho de otro modo, de la importancia de las situaciones sociales en nuestro comportamiento.

De la misma manera que han hecho conmigo me gustaría recomendar esta película. Independientemente de que guste más o menos (a mí sí lo ha hecho aunque moderadamente y con algún pero) lo que es indudable es que su propuesta argumental es fascinante, mucho más teniendo en cuenta que parte de hechos reales: En 1971 en la Universidad de Stanford, el profesor Philip Zimbardo dividió a 18 estudiantes voluntarios en carceleros y presos y los encerró en un sector de la propia Universidad, que haría las veces de cárcel para estudiar su comportamiento. Los estudiantes eran todos poco menos que pacifistas, pero los que hicieron las veces de guardianes, al disponer de control absoluto y tener que controlar a los detenidos, terminaron por comportarse como auténticos nazis en tan sólo seis días de prueba, por lo que la prueba tuvo que cancelarse.

Aquella experiencia inició un importante debate entre la comunidad científica sobre el “lado oscuro” que todos tenemos en mayor o menor grado y que puede manifestarse en condiciones concretas. Las dos preguntas básicas a plantearse es ¿bajo qué circunstancias las personas aceptamos la opresión o actuamos contra ella? y ¿Por qué los chicos “buenos” hacen cosas malas? que es también una entrevista que se hizo al profesor Zimbardo de las que os dejo el link.

La película de Hirschbiegel parte de aquella experiencia de 1971 pero la modifica ligeramente introduciéndonos en ella junto a un periodista infiltrado que trata de forzar las cosas para sacar información de los organizadores.

El comienzo es magnífico, enseguida capta tu interés y tiene una suerte de suspense que lo sobredimensiona porque aparecen varios personajes sobre los que no se nos da mucha información (los organizadores del experimento, la mujer que se lía con el protagonista, el compañero de celda que no quiere dar información de su trabajo, los carceleros...), incrementando el deseo de saber qué va a ocurrir. Poco a poco el argumento va cumpliendo nuestras expectativas pero conforme avanza la película va perdiendo fuerza como thriller psicológico y se apuesta más por la acción, por el enfrentamiento cruento entre carceleros y prisioneros que termina derivando en un final un tanto enloquecido donde todos parecen perder un poco el juicio y en el que el director parece no saber como concluir su historia al mismo nivel que el inicio (tiene una cierta lógica teniendo en cuenta que es su ópera prima y no todo está bien resuelto). Y no lo digo porque me parezca mal ese giro sino porque creo que afecta un poco a la verosimilitud con la que se arranca y no puedo evitar pensar en que podría estar mejor.

Sea como fuere y como ya he dicho es una película hipnótica en cierto modo, que se ve con gran interés de inicio a fin, gracias a un argumento apasionante y a un reparto muy eficaz formado por actores que personifican adecuadamente sus roles. Además, a parte de interesante y de entretenida es una de esas películas necesarias, que conviene ver para darle un poco al coco sobre sus cimientos argumentales: ¿cómo nos comportaríamos nosotros o nuestros conocidos en una situación similar? Como decía el Dr. Zimbardo: ¿Cómo podemos estar seguros de qué haríamos o dejaríamos de hacer en situaciones nuevas, diferentes de la que hemos encontrado hasta entonces? ¿Y cuál es nuestra capacidad de predecir lo que harían otros a los que creemos conocer bien cuando la presión de la situación les seduzca hasta el punto de violar principios morales o legales?

Sorprendente el último cine alemán repleto de títulos muy interesantes como “La vida de los otros”, “El hundimiento” (hay más) o esa otra gran desconocida y altamente recomendable película que es “La ola” y de la que algún día haré reseña también. Del remake norteamericano protagonizado por Adrian Brody en 2010 mejor olvidaros.

MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO, HAY SPOILERS!!!!








- Bleibtreu diciendo a Berus que “huele” mal y provocándole una crisis personal y la venganza posterior de éste humillándolo y obligándole a limpiar las letrinas con su bata.
- Los carceleros orinando sobre Bleibtreu para castigarlo por su comportamiento rebelde.
- El momento en que los responsables del experimento deciden seguir adelante pese a lo que ocurre porque no ha ocurrido nada "inesperado".
- El enfrentamiento final, en el que Bleibtreu agarra literalmente un cuchillo con el que el carcelero Berus trata de apuñalarle.
- El momento en que cortan el pelo a Bleibtreu.
- Eckert obligando a desnudarse y encarcelando a la Doctora Grimm.

martes, 1 de noviembre de 2011

“Divorcio a la italiana” (Pietro Germi, 1961)

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Título original: Divorzio all'italiana
Guión: Alfredo Giannetti, Ennio De Concini, Pietro Germi
Fotografía: Leonida Barboni, Carlo Di Palma
Escenografía: Carlo Egidi
Vestuario: Dina Di Bari
Música: Carlo Rustichelli
Montaje: Roberto Cinquini
Producción: Franco Cristaldi
Reparto: Marcello Mastroianni, Daniela Rocca, Stefania Sandrelli, Leopoldo Trieste, Odoardo Spadaro, Margherita Girelli, Angela Cardile, Lando Buzzanca, Pietro Tordi, Ugo Torrente, Antonio Acqua, Bianca Castagnetta
País. Italia
Duración: 120'


Pietro Germi presentó en 1961 uno de los grandes títulos del cine italiano, coescrito por Ennio de Concini, Alfredo Giannetti y el propio director, galardonado con el óscar al mejor guión original y nominado a mejor dirección y mejor actor (Marcello Mastroianni).

Aprovechando el hecho de que el divorcio civil no estaba permitido en la Italia de la época pero el código penal era tolerante con las venganzas por cuestiones de honor, De Concini elaboró un argumento en el que el barón Ferdinando “Fefé” Cefalú (Marcello Mastroianni) de la localidad ficticia de Agramonte (eso sí, situada en Sicilia), cansado de su empalagosa y cejijunta mujer Rosalía (Daniela Rocca) tras más de diez años de matrimonio, urde un método para “deshacerse” de ella y poder estar así junto a su joven prima Ángela (Stefania Sandrelli), hija de su tío y vecino Don Calogero, que también está enamorada en secreto de él.

La película adopta tono de comedia desde el primer momento, gracias a la perspectiva de Fefé, un tipo tan afectado (atención a cómo fuma y al tic del ruidito que hace con la boca) y caprichoso como aburrido de su vida acomodada y cansado de una mujer que le agobia, y que a menudo nos cuenta lo que piensa a modo de narrador en off, en realidad se trata de un gran cínico que nos hace gracia porque sus pretensiones y su proceder están tratados de una forma cómica, no obstante al describir su relación con Ángela, Germi se acerca al melodrama.

Realmente lo que sobredimensiona a la película no es el tono romántico, sino la carga satírica y tragicómica que apunta a la sociedad del momento y una suerte de humor negro que realmente no deja títere con cabeza. La película está llena de ingenio y se acentúa también visualmente toda situación que pueda resultar divertida buscando siempre la hilaridad (véanse las escenas de cama entre Fefé y Rosalía por ejemplo o aquellas en las que Fefé imagina como acabar con su mujer por ejemplo metiéndola en la pila donde se hace jabón o dejándola morir en arenas movedizas).

El caso muestra lo irónico de una situación que no deja de ser absurda puesto que se solucionaría con diálogo y comprensión, pero que está condicionada por las reglas de una sociedad trasnochada, regida por valores de otro tiempo. Es una forma inteligente de criticar los códigos de la sociedad siciliana y por tanto los valores más arraigados de la Italia profunda en la que los barones siguen siendo tratados con reverencia a pesar de vivir en un palacio destartalado, donde las mujeres son el centro de todas las conversaciones y sus curvas el foco de todas las miradas, donde los cuernos te hacen ser el centro de las peores habladurías si no los vengas y donde todo el mundo conoce a quién recurrir para hacerlo si no se tienen fuerzas (Fefé en este caso no quiere recurrir al señor Matara porque eso le supondría una vida entera de dependencia).
















La película es entretenida y parece superficial, pero en el fondo se están poniendo en tela de juicio la sociedad, las costumbres, los principios y códigos de honor, las relaciones familiares y sociales, los mecanismos de la justicia, la pomposidad de las clases más elevadas o el clero, el machismo, el matrimonio...Además Mastroianni, el protagonista, empatiza con nosotros pese a ser representante de una aristocracia caduca pero sabemos que será víctima de sus propias obsesiones. El plano final así lo demuestra y nos hace el guiño de que la historia no termina realmente, sino que vuelve a empezar.


MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!



- Una de las razones por las que Fefé deja sola a su mujer con su amante es que va a asistir al estreno de “La dolce vita” que es todo un acontecimiento “porque se ven orgías” y “mujeres”. Si lo pensamos un poco se trata de Marcelo Mastroianni viéndose a sí mismo, pero Fefé regresa a casa mientras se proyecta la película para tratar de sorprender a su mujer.

- El encuentro de Fefé con Ángela en la playa, después de que éste haya dejado a Rosalía reposando bajo la arena para curar sus males musculares con una sombrilla tapándole la cara.

- Las escenas en la cama de Fefé y Rosalía, en las que se observan sus problemas, su distanciamiento, las razones por las que ella le agobia a él: ¿Me quieres? ¿Cuánto, cuánto? Y cuando ella ya se ve con su amante, poniendo de escusa que tiene jaqueca.

- Fefé acudiendo al rescate de Ángela cuando el tío Caloggero pretende darle una paliza en el palacio.

- Las escenas en las que Fefé pasea por el pueblo ya sea para que la gente se fije en las curvas de Rosalía o cuando ya todo el mundo sabe que es un “cornudo”: las caras de conmiseración o de ofrecimiento del mafioso del lugar no tienen desperdicio.

“Al final de la escalera” (Peter Medak, 1980)

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Título original: the Changeling

Compañía: Chessman Park Prd. / Tiberius Film Prd.

Guión: William Gray, Russell Ellis Hunter y Diana Maddox

John Russell (George C. Scott),Claire Norman (Trish Van Devere), Senator Joe Carmichael (Melvyn Douglas), Joanna Russell (Jean Marsh),Captain DeWitt (John Colicos)

Esta es una de esas películas que a pesar de no dar mucho miedo, a pesar de no contar con efectos visuales demasiado destacados y a pesar de no haber tenido una repercusión en taquilla sobresaliente ha quedado en el recuerdo y forma parte de todas las listas sobre lo más interesante del cine de terror.

Esencialmente es una película bien desarrollada, con una atmósfera inquietante en todo momento que consigue sobrecogerte cuando lo pretende y que ante todo resulta eficaz. No es , en cambio, puramente de terror (aunque hay unos cuantos buenos sustos), de hecho, a partir de la mitad de metraje conocemos el origen de los sucesos paranormales (que pasan a ser previsibles) y el género pasa a ser más un policiaco fantástico de suspense.














El argumento se centra en un músico, John Russell (George C. Scott), que debido a un drama personal se encuentra especialmente sensible y se marcha a vivir a un caserón en el que comenzarán a ocurrir extraños sucesos que irá poco a poco investigando (no digo más para no chafar cosas a quienes quieran verla).

Como digo no se trata de una película esencialmente de terror, aunque hay momentos para pasar miedo, así como otros para el drama, el policiaco y sobretodo el suspense, que es el ingrediente fundamental de la película. Es lo que hace que te tenga enganchado de principio a fin incluso cuando intuyes qué ocurre y qué puede pasar a continuación. En efecto, puedes llegar a anticipar los derroteros de la historia, pero lo que no sabes es que va a suceder en la toma siguiente, que hay tras las puertas, al final de la escalera o fuera de plano. En este sentido el director hace un gran trabajo jugando con el sonido (como se hace hoy en día en todas las películas de terror), pero también con la puesta en escena, con los movimientos y posiciones de la cámara o con las expresiones de sus actores (eficaz y sobrio, como siempre, George C. Scott).










La producción resulta curiosa porque se trata de una película canadiense dirigida por el húngaro Peter Medak, director de una trayectoria no muy destacada cinematográficamente hablando, que ha participado en series de segunda fila en Estados Unidos. El estreno surge en un momento en que triunfan títulos como “El exorcista” (1973) o “La profecía” (1976) y con la temática de las casas encantadas y también con telefilmes pensados para la televisión, lo que quizás hizo que reclutaran a este director para la pequeña pantalla para “Más allá de los límites de la realidad”, “Cuentos de las estrellas” o “Secta de sangre”.

En definitiva, una película altamente recomendable para los amantes del género. Es imposible no sentirse sobrecogido con esas subidas por las escaleras, máxime cuando en alguna de ellas vemos al protagonista y no lo que se encuentra frente a él, justo detrás de la cámara, justo a nuestras espaldas y es imposible no recordar esta película si se oyen ruidos en la casa o si ésta tiene pisos superiores o un desván. Muchas películas posteriores han bebido de estas aguas.

VIDEO DE LOS MEJORES MOMENTOS ¡¡¡¡NO VISIONAR SI NO SE HA VISTO!!!





MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡¡NO LEER, SPOILERS!!!

- Al comienzo de la película, la primera señal de que algo ocurre es cuando John deja de tocar en su piano y al irse, una tecla que no iba se pulsa sola.

- Más que una escena resulta curiosa la vivienda haciendo chaflán donde se encuentra la inmobiliaria que alquila la mansión en la que se instala el protagonista. En una de las tomas podemos verle hablando y a ambos lados las dos calles que rodean el edificio.

- Unos cristales rojos caen sobre John Russell una de las veces que salen de la casa, eso le pone sobre la pista del foco de los ruidos y subiendo a los pisos superiores del caserón descubre el desván (antológico momento lleno de tensión).

- La escena con la sesión de espiritismo en la que definitivamente conocemos la identidad de la presencia y ésta se manifiesta a través de la escritura automática de la médium que escribe “Help” y “Joseph”.

- La escena de la pelota cayendo por las escaleras. Se repite dos veces pero es más impactante la segunda porque previamente John se había desehecho de ella en un puente.

- El momento en que la casera sube buscando a John hasta el desván y la silla de ruedas comienza a ir tras ella.

Trailer - "Un método peligroso" (David Cronenberg, 2011)

Trailer - "Un dios salvaje" (Roman Polanski, 2011)

Trailer - "Paranorman"

Trailer - "The troll hunter"

Trailer - "Straw dogs"